Clima y suelo
Aunque es una especie con una considerable capacidad de adaptación, es preferible reservarle terrenos ligeros, calcáreos y bien expuestos. No podemos olvidar que le perjudican los inviernos muy duros.
Es una planta originaria de las montañas de la cuenca mediterránea, específicamente, desde España a Turquía y desde Siria a Marruecos. Asimismo, vive en terrenos áridos, secos y de naturaleza calcárea.
Propagación
Se puede escoger entre la sexual y la vegetativa. La mejor época de propagación recae en febrero/marzo y, en el caso de la propagación sexual, la siembra puede hacerse o en semillero o en pleno campo. Además, es importante decir que, si decidimos sembrar Salvia, deberemos recordar que por cada 10 gramos de semillas podremos obtener entre 200 y 300 plantitas.
Si queremos propagarlo por esquejes los extraeremos de plantas de 2 a 3 años y de marzo a abril. En este caso, se escogerán ramas de 8 a 10 cm de longitud con, al menos, cuatro yemas. Cabe destacar que su aptitud para arraigar es muy alta y, por tanto, no se precisan sustancias arraigantes.
Fertilización
En regiones donde el invierno sea particularmente riguroso es importante distribuir nitrógeno. También es importante añadirlo después de la ultima siega para incrementar las reservas de la planta, las cuales son necesarias para superar la mala estación.
Plagas y Enfermedades
En los semilleros, donde las plantas están bastante apiñadas, a alguno de los plantones les pueden aparecer hongos. Además, la planata puede sufrir manchas en las hojas (de poca importancia) así como royas, el famoso mildiu, y oídio.
Para terminar os dejo un vídeo donde explico el cultivo de la Salvia. También incluyo un par de datos curiosos sobre el origen de su nombre y las propiedades que le atribuyeron en otras épocas. No te lo pierdas y, si te ha gustado el artículo, no olvides compartirlo en tus redes sociales.