Existen muchas variedades de rábanos, algunos de ellos picantes, otros mas dulces, rojos, con punta blanca, redondos… averigua las variedades que dan mejor resultado en la zona donde vives y escoge entre ellos los que más te gusten.
El rábano es una raíz y por tanto se desarrolla bajo tierra, crece mejor a pleno sol con un pH del suelo de 6,5 a 7,0. Es de crecimiento rápido y tan solo en cuatro semanas puedes obtener tu primera cosecha, una buena idea es sembrarlos escalonadamente, por ejemplo un surco cada semana, así durante todo el otoño y primavera dispondrás de esta hortaliza.
La tierra debe estar suelta y tener un buen drenaje, la siembra se realiza de forma directa depositando las semillas en un surco de 1-2 cm. de profundidad, cuando aparezcan las plántulas haremos un aclareo dejando una distancia entre ellas de 5 cm. La tierra debe estar húmeda pero los riegos no deben ser abundantes.
Si quieres obtener tus propias semillas deja que unos cuantos rábanos suban a flor, cuando estas se marchiten aparecerán unas pequeñas vainas en cuyo interior encontrarás las semillas que solo debes dejar secar.
Aunque la parte más común del rábano que se consume la raíz principal, en realidad toda la planta es comestible y las hojas pueden comerse añadiéndolas a la ensalada por ejemplo.
Los rábanos son una gran fuente de vitamina C, ácido fólico, vitamina B6 y calcio.