Desde tiempos remotos el hombre, acosado por las enfermedades y heridas, buscó ayuda en las plantas que encontró a su alrededor. Las utilizó no sólo como complemento de su dieta carnívora sino también para paliar dolores y dolencias físicas. Entre esas plantas que lo ayudaron a sobrevivir, una de las más destacadas fue el Aloe Vera .
El nombre genérico aloe proviene del término árabe alloeh, y significa brillante y amarga. Dentro de la subfamilia del aloe se han clasificado hasta el presente más de 300 especies y variedades diferentes, que van en su estado adulto desde pequeñas plantas de no más de 20 o 30 cm de altura hasta verdaderos árboles que se elevan hasta 20 o más metros del suelo.
Las hojas
En su mayoría poseen hojas típicas de las plantas suculentas, es decir gruesas y carnosas. en las especies sin tallo, se encuentran en pisos sucesivos, en forma alternada y opuestas, dos a dos, como en el caso del Aloe Barbadensis Miller.
Los bordes de las hojas poseen fuertes espinas, cónicas o triangulares, a veces curvas, generalmente de color amarillento.
Dos características interesantes de las hojas de aloe, aunque frecuentes en las plantas xerófilas, son:
Pueden cerrar completamente sus estomas (poros) para evitar la pérdida de agua por evaporación durante los períodos estivales
Reponen rápidamente la epidermis cuando se produce una fractura o un corte en la superficie.
Las flores
Casi todas las variedades de aloe poseen vistosas flores de forma tubular, dispuestas en racimos, que pueden ser verticales o colgantes.
Acción terapéutica
El aloe es una planta que posee muchos usos medicinales:
Revitaliza el organismo
Incrementa la respuesta inmunológica, ya que aumenta el numero y la actividad de los linfocitos circulares.
Efecto analgésico
Estimula eficazmente la cicatrización de los tejidos.
Acelera la curación de quemaduras: otorga un rápido alivio del dolor, ardor o prurito y regenera el tejido adiposo.
Efecto desintoxicante hepático y biliar, con leve efecto laxante
Ayuda la circulación.
Regenerativo celular, que es de notable acción sobre células cancerosas o infectadas de Sida.
Mejora los síntomas en caso de psoriasis y otras enfermedades de la piel.
La especie Barbadensis Miller
Dentro de las variedades de la planta de aloe vera, la Barbadensis Miller reúne las mejores propiedades medicinales y tiene un extendido uso en la industria alimentaria, medicinal y cosmética.
Sus principios activos utilizados se encuentran en las hojas.
Tallo: Cuando la planta es joven no tiene tallo visible, luego de tres o cuatro cosechas, aparece un tallo herbáceo grueso y corto. No se ramifica y su unión con las numerosas hojas (entre 20 y 40 si no se le poda) emite estolones o acodos rastreros que dan lugar a nuevas plantas. Esta es la forma principal de reproducción de la especie.
Semillas y forma de reproducción: La reproducción se efectúa mayoritariamente por medio de estolones (brotes laterales que nacen en la base de los tallos) generadores de nuevas plantas, que se liberan al secarse el estolón. Esto hace que los especímenes crezcan en grupos sumamente densos, de hasta 20 o 30 plantas, que provocan una excelente selección natural.
Hojas: Las hojas de aloe tienen una epidermis dura, y luego una zona que contiene clorofila, fécula y algún oxalato de calcio. La región central ocupa 3/5 partes del grosor, con células parenquimatosas que contienen mucílago (el gel). Estas dos zonas están unidas por una tercera, donde se encuentra el zumo del aloe, que fluye al cortar las hojas y que se conoce con el nombre de cacibar, rico en aloína y aloe emodina (quienes le otorgan el efecto laxante).