Antes de empezar, rodead el tronco o tocón con un alambre plastificado para que los tallos tengan donde agarrarse. Antes que nada, elige muy bien la planta trepadora que más te guste, tomando en cuenta los colores que le añadirás a tu jardín, al crecer darán esa combinación desde un espacio vibrante hasta uno acogedor. Cavad un hoyo en el suelo que rodea al tronco, a unos 50 centímetros de él.
Planta allí la trepadora. De esta forma, las raíces del tronco no entorpecerán el desarrollo de la trepadora que hayas plantado. Por último, pasa los tallos de la planta trepadora por debajo del alambre que rodea al tronco. De esta manera la planta crecerá de forma extendida por todo el tronco, sin embargo, asegúrate que el alambre no esté muy apretado para que tenga suficiente espacio.
Y así es como podéis tener vuestros troncos coloridos. ¿Qué os ha parecido?