Además, cuando decimos ubicación nos referimos evidentemente a dónde la colocamos, pero eso también implica diversos factores, los cuales conocerás a continuación.
Conoce las necesidades de tu planta
Es muy importante conocer las necesidades que tiene cada planta en cuanto al lugar que debe ocupar y si disponemos del entorno adecuado para ella. Esto es, si se adapta bien a condiciones interiores probablemente con poca ventilación y cierta falta de luz o si requieren estar en exterior.
En el entorno de las palmeras, algunas requieren una exposición directa al sol para que puedan desarrollar toda su belleza, como es el caso de la braeha armata, mientras que otras como la howea fosteriana resultan de mayor belleza cuando están en interiores en estadios jóvenes, si bien cuando se aclimatan a exteriores su desarrollo y belleza es mucho mayor.
Sin embargo, el hecho de estar en exterior o interior tiene principalmente unas connotaciones de temperatura.
Hay muchas plantas y palmeras que no resisten heladas por lo que si estamos en un clima donde en el invierno pueden darse algunas heladas, aunque sean ocasionales, pueden acabar con ellas.
Otras sin embargo prefieren estar al exterior, pero protegidas de vientos, por lo que son ideales para patios interiores. Es por tanto muy importante conocer de antemano la resistencia al frío que tiene cada una de nuestras plantas y sus necesidades de insolación.
Orientación al sol
A las plantas en general y a las palmeras en particular, no sólo la agradecen, sino que necesitan mucha luz, especialmente en la época del año de más calor que es cuando tienen un mayor desarrollo.
Por eso es importante colocar las plantas próximas a las ventanas y preferentemente en orientación sur, ya que, de esta manera, recibirán muchas más horas de sol directo. Sin embargo, no todas las plantas necesitan sol directo e incluso puede llegar a ser perjudicial para ellas.
Temperatura ideal
Las plantas necesitan una temperatura mínima para sobrevivir y unas temperaturas cálidas para poder desarrollarse adecuadamente. Esta limitación la tienen más las plantas que situamos al exterior, ya que las de interior lo normal que su temperatura oscile entre los 20 y 25 grados a lo largo del año.En cambio, las de exterior dependiendo de la zona tendrán que soportar temperaturas bajo cero. En ese caso lo recomendable es buscar especies que soporten como mínimo unos grados menos que la temperatura más baja que se pueda registrar.
Cuida la humedad de tu planta
Esto afecta sobre todo las plantas de interior donde los ambientes suelen ser más secos por motivo de aires acondicionados y calefacciones y cuando las especies requieren mayor humedad no queda más remedio que humectar la planta periódicamente con un pulverizador, o bien instalando un humectador que eleve la humedad relativa de la vivienda.
Hay que tener la precaución de no pulverizar ni mojar con agua las plantas que se encuentren en floración. No obstante, con una humedad en torno al 50% es suficiente para la mayoría de las plantas.