Algunos ejemplos de esas plantas que van a marcar el inicio de la primavera son los almendros (Prunus dulcis), los gamoncillos (Asphodelus fistulosus), las vinagreras (Oxalis pes-caprae), la milamores (Centranthus ruber), etc. Todas estas y muchas otras empiezan pronto con una floración espectacular, algunas de ellas incluso antes de empezar a sacar las hojas.
En lo que respecta a nuestras plantas de jardín, balcón o incluso de interior, aunque sean ornamentales sucede lo mismo, por lo que vamos a citar una serie de consejos para que las tengáis realmente bonitas y vigorosas.
PODAS: Dependiendo de las especie se aconseja realizarlas en un momento u otro del año, pero generalmente las podas se deben hacer en invierno, en el momento de "latencia" de la planta, así cuando llegue la primavera tirarán con mucha más fuerza.
SUSTRATOS/TIERRAS: Es muy bueno rellenar, cambiar o al menos airear el sustrato de nuestras plantas. Si están en suelo airear un poco alrededor del tallo, pero sobre todo si están en maceta. Realmente lo mejor sería cambiar dicho sustrato cada año (se evitan hongos y demás), pero sino al menos airearlas, desapelmazar y rellenar si fuera necesario.
CAMBIO DE MACETA Y AYUDA A RAÍCES: Esto también se puede hacer en invierno de cara a la primavera o ya directamente en primavera. Un cambio a una maceta mayor, ayudando además a desenrollar raíces sin dañarlas e incluso podar parte de las raíces.
USO DE ABONOS O FERTILIZANTES: Cuando las plantas están creciendo necesitan sobre todo nitrógeno, que les supone un elemento limitante para su crecimiento en el medio. El uso de abonos con alto contenido en nitrógeno les aportará verdor y un crecimiento extra, mucho más del que harían en condiciones normales. Para "olvidarnos", estos abonos pueden ser de liberación lenta, es decir, las bolitas o tabs que se entierran y en cada riego se van liberando. Suelen durar 3 meses, aunque siempre se pueden utilizar fertilizantes "rápidos" o incluso específicos para cada tipo de planta. ¡Mucho cuidado y no sobrepasar dosis!.
RIEGO: Mucho cuidado con este aspecto, ya que si bien es cierto que en primavera y sobre todo en verano hay más evaporación y las plantas "chupan" más agua, en nuestras plantas de interior el exceso de riego puede ser muy perjudicial. Dentro de casa la evaporación es menor y además muchas plantas de interior requieren poquísima agua como la Zamioculca, Sanseviera, Kalanchoe, etc. En el balcón puede ocurrir lo contrario, el elevado sol y en ocasiones el exceso de radiación incluso por cristales cercanos puede hacer que necesitemos más riego o incluso cambiar plantas de lugar a otros más sombreados.
Esperamos que os sirvan estos consejos.
Saludos.