El rábano se encuentra representado en las pinturas de la pirámide de Keops. Se trata, por tanto, de una verdura conocida desde antiguo por las civilizaciones mediterráneas.
También se sabe que el rábano era cultivada en la antigua China.
De ese modo, no parece claro cuál fue su origen exacto.
Al rábano se le atribuyen propiedades diuréticas y antiescorbúticas, se dice que ayuda a aliviar la indigestión y las flatulencias y que se puede consumir como expectorante.
Tiene un contenido bajo en calorías, niveles moderados de vitamina C y pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B, hierro y fósforo.
El rábano tiene un sabor picante característico, debido a la presencia de aceite de mostaza en el tubérculo.
Habitualmente se consumen frescos en ensaladas. También se pueden hervir o freír, especialmente los tubérculos de las variedades de ciclo largo, que son más largos y consistentes.
Las hojas también son un alimento interesante como sustituto de las espinacas en una tortilla o en un plato de verdura.
(Imagen/ Flickr: lablascovegmenu)
Un poco de botánica
El rábano forma parte de la familia de las crucíferas, igual que las coles y los nabos.
Las crucíferas se caracterizan por tener las flores agrupadas en racimos, con cuatro pétalos.
Los frutos son una vaina alargada (silicua) dentro de la cual se encuentran los frutos redondos y pequeños.
Su nombre científico es Raphanus sativus. Es una planta anual, que florece la misma temporada de la siembra.
Forma un tubérculo comestible, que es un engrosamiento de la raíz en el que se acumulan las reservas.
Hay variedades de diferentes colores: rojo, amarillo, rojo y blanco y negro.
Según el ciclo de cultivo se pueden clasificar en tres tipos de variedades:
* Variedades de ciclo corto: son variedades que se pueden cosechar cuatro semanas después de la siembra. Se pueden sembrar durante todo el año siempre que no haya riesgo de heladas intensas. El tubérculo es pequeño y redondeado.
* Variedades de verano-otoño: forman tubérculos más grandes y alargados que las anteriores. El ciclo de cultivo es más largo, de unas 6 semanas.
* Variedades de invierno: son las que forman los tubérculos de mayor tamaño y tienen un ciclo de cultivo de unos tres meses.
Cómo se cultiva
El cultivo es muy rápido y se puede hacer casi todo el año, siempre que no haya peligro de heladas fuertes.En invierno la duración del cultivo será mayor que en verano y primavera.
El calor intenso del verano puede provocar un gusto más picante.
Se debe hacer la siembra directamente de semilla, esparciéndola o en hileras.
Después de la germinación, deberemos eliminar las plantas que sobren hasta dejar unos 5 cm de separación entre ellas. En el caso de las variedades de ciclo largo deberemos aumentar la distancia a 10-20 cm.
Si la densidad de plantas es demasiado elevada, los tubérculos serán muy pequeños.
Si se cosecha demasiado tarde, el rábano se ahueca y el gusto es más amargo de lo habitual.
Es una buena idea sembrar una hilera de rabanillos cada 10 días para obtener una cosecha continua durante toda la primavera y verano.
Como se trata de un cultivo muy corto, no presenta incompatibilidades importantes.
Aun así, se asocia bien con lechugas y guisantes, y es preferible evitar las verduras de la misma familia como la col, la coliflor o el nabo.