El olivo es un árbol muy conocido tanto por su origen mediterráneo como por su simbología perenne y debo resaltar que este pertenecen a la familia de las oláceas. Se extiende ampliamente en España y es muy considerado desde la antigüedad por sus frutos, aceitunas y aceite. Se caracteriza por ser un árbol exhuberante y de crecimiento lento, cuya longevidad puede llegar a alcanzar los 1.500 años.
Este árbol presenta un tronco grueso e irregular, con flores blancas, que forman racimos y proporcionan un olor placentero. Sus hojas tienen una estructura coriácea, con tonos verdes y plateados, lo que le otorga un estilo luminoso y elegante. Tiene una elevada resistencia a: situaciones cálidas, frío, contaminación, suelos pobres y escaso mantenimiento. Este árbol tiene poca tolerancia al exceso de humedad y las vigorosas heladas las cuales perjudican enormemente sus frutos, por lo que necesita ser plantado en un suelo fresco con poca humedad.
El olivo puede servir de gran utilidad gracias a las distintas propiedades que tienen sus componentes:
- El aceite y la aceituna sirven de gran provecho en cocina, especialmente como elemento fundamental de la dieta mediterránea.
- Con sus hojas se elaboran tisanas para tratar problemas de hipertensión.
- A través de sus frutos se obtiene el aceite, que también se emplea para fabricar jabones y como bronceador para nuestra piel.
- Su madera puede ser aprovechada para elaborar tallas y se usa para ebanistería, combustible y carbón vegetal.
¿Ya conocían las increíbles propiedades y utilidades de este árbol?
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