El primer paso para tener un cultivo sano supone considerarlo como
un verdadero ecosistema. Lo que significa que todas las acciones
que se realicen, se harán como una forma de restaurar la armonía
en ese espacio vivo. Un equilibrio que aleja lo más
posible las invasiones microbianas y parasitarias de las
que habitualmente son víctimas las plantas.
En resumen, lo opuesto de lo que se practica habitualmente: el
desequilibrio permanente en provecho sólo de la producción y,
como consecuencia de esta actitud, no mirar por la salud de las
plantas.
TRANSFORMACIÓN
Debemos repensar la
alimentación de la planta, un
poco de la misma manera
que nosotros repensamos
nuestra propia alimentación
yendo a aun dietista.
Un ser vivo sólo tendrá buena salud si se alimenta correctamente.
Esto que se impone como una evidencia, ha sido negado durante
demasiado tiempo. Se ha creído poder alimentar a la tierra y a la
planta con tres elementos (el famoso trío NPK. Nitrógeno, Fósforo,
Potasio) como se ha creído poder alimentar al ganado y a las
personas con gránulos y pastillas. La experiencia nos muestra que
esto no es posible, que esa vía termina inexorablemente en
catástrofes sanitarias de consecuencias incalculables. Aplicar al
cultivo reglas de equilibrio y de dietética hortícola debe ser por
tanto el centro de las preocupaciones de un buen agricultor.
QUE SÓN LOS FITOFORTIFICANTES?
En todos los recientes trabajos se ha demostrado
claramente que el principal interés de los fertilizantes
naturales era estimular la planta… estimular su
crecimiento, pero también sus defensas inmunitarias.
Es la definición del efecto fitofortificante, una noción
nueva que nos conduce a repensar totalmente la
alimentación de las plantas. Y esto ya en la tierra, medio
nutritivo básico de todo vegetal, reactivando la flora microbiana.
He aquí porqué la nueva gama de fitofortificantes AGRARES actúan
de manera todavía más espectacular en tierras trabajadas de
manera convencional que en las trabajadas según los preceptos de
la agricultura ecológica. Cuanto más maltratados están los suelos de
los que se parte, más se puede esperar de los resultados. Por tanto
cuando intervenimos, no es en los términos de “abono mis cultivos
para obtener una gran producción”, sino más bien pensando
“aporto los elementos necesarios para la revitalización del suelo y
para una buena alimentación de la planta, indispensable para su
correcto crecimiento, y a la vez, mejoro su resistencia y su
rendimiento también”.
Consecuencia de esta visión, nosotros no resolvemos todos los
problemas fitosanitarios de los cultivos sólo con fitofortificantes. Las
panaceas no existen!
Con la nueva gama AGRARES vamos a actuar para que
sobre una planta con buena salud la presión parasitaria
sea lo más débil posible: será entonces soportable para
el cultivo. De esta manera deberemos intervenir lo
menos posible, incluso nada en el mejor de los casos.
Estamos en una lógica de refortalecimiento del estado sanitario del vegetal, y por tanto en una verdadera lógica de prevención. Nada que ver con la practicada en agricultura convencional, en la cual tierra y cultivos son rociados con moléculas químicas. Las dos consecuencias principales son entonces el debilitamiento del nivel de defensa inmunitaria de la planta, y la aparición de resistencia de los parásitos a los productos de tratamiento.
Dicho esto, comprenderán que la erradicación completa del parásito y de los agentes patógenos no debe convertirse en una obsesión.
Los parásitos están muy presentes, pero no representan una amenaza más importante que la de millones de microbios que atestan el aire que respiramos en cada instante. Decenios de agricultura química han demostrado que la erradicación era materialmente imposible, pura utopía. De golpe tenemos que aprender otra vez a cohabitar con ellos y replantearnos nuestra relación con el parásito y la enfermedad.
UNA MANERA NUEVA DE CONTROL FITOSANITARIO
Corresponde al agricultor controlar el estado fitosanitario de manera preventiva y, si un día, lo que es tan ineludible como la aparición de una gripe, el equilibrio se rompe, esos mismos productos nos ayudarán a luchar eficazmente contra ciertos ataques fúngicos.
En efecto, no son tan solo bio-estimulantes, sino que poseen una verdadera acción fungicida.
El resultado tras la aplicación de los productos AGRARES es que la agresión que amenaza a nuestros cultivos, la podemos controlar con medios naturales y respetuosos con el medio ambiente y, como consecuencia de esto, respetuosos con la salud de los consumidores.
UNA NUEVA GENERACIÓN DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS
Actualmente estamos en las primicias de los descubrimientos en materia de nuevos usos de ingredientes activos usados desde hace décadas, mezclados con nuevos aditivos de acción fúngica y nuevas formas de aplicación.
Este es el caso de OidioSTOP, en el que se mezcla un ingrediente activo altamente conocido como el azufre pero con acción sistémica y otro ingrediente usado en la desinfección de centros sanitarios como el Ozono (O3).
Este ozono se desprende en la planta quemando el micelio del hongo en 48 horas, al mismo tiempo que cooperamos en la regeneración de la capa de ozono.
También destacamos el caso del cobre sistémico “AGRARES Cu-“, en el que con tan solo 3L de producto y con un 5% de cobre soluble al agua, podemos desinfectar 10.000m2 de plantas.
La única diferencia respecto a los tratamientos con caldo bordelés u oxicloruro de cobre, es que lo aplicamos de forma sistémica y no de contacto. Con ello logramos que el ingrediente activo circule por la planta durante unos días tras su aplicación, que actúa de dentro afuera y que la planta se revitalice tras su aplicación gracias al efecto del fermento vegetal añadido.
En el caso de MildiuSTOP nos encontramos con unos mecanismos de acción totalmente diferentes al resto de la gama.
Su forma de actuar es mediante el secado total del hongo, indispensable para su desarrollo y propagación, junto al efecto fitofortificante de resistencia sistémica autoinducida.
La forma de fabricación es realmente curiosa. Para elaborar 1000L de producto, se parte de la base de
300L de fórmula base. Ésta se deja reposar unos días en unos tanques especiales y la fórmula va absorbiendo humedad ambiental hasta lograr los 1000L de producto. En ese momento se procede al envasado.
De la misma forma que el producto ha absorbido la humedad del ambiente antes del embotellado, cuando apliquemos el producto a la planta, éste absorberá la humedad del hongo, secándolo por completo.
Al mismo tiempo le estamos aplicando una elevada concentración en ácido fosfónico, equivalente al 137% p/v de ácido fosforoso, y su tecnología de ácido no disociable, lo convierte en producto exclusivo de posterior generación a los clásicos fosfitos o fosfonatos, imprescindibles en el desarrollo natural de la planta, favoreciendo el desarrollo y la actividad radicular, así como agilizando la formación del tubo polínico, favoreciendo el cuajado y protegiéndola frente a situaciones adversas de origen bioclimático que pueden derivar en microorganismos indeseables en el suelo, vasculares o no.
En resumidas cuentas, lo que se pretende con la nueva gama de fitofortificantes AGRARES, es abrir una nueva línea alternativa al uso de fitosanitarios, y permitir al agricultor dar respuestas a un mercado emergente que demanda productos de calidad y sin residuos y estar preparado para cuando las nuevas normativas eliminen la mayor parte de los productos químicos.
Puede encontrar más información sobre los productos AGRARES en www.agrares.com