Todos escuchamos hablar sobre la importancia de comer frutas y verduras, pero también existen otros métodos de comer sano como lo son las Plantas curativas.
Pero, por lo general ignoramos donde radica el poder de sus potentes ingredientes: Los fitonutrientes.
Los fitonutrientes son sustancias vegetales (fito proviene del griego antiguo y significa planta ). No son ni vitaminas ni tampoco minerales.
Fitoquímica significa simplemente planta química. Los investigadores estiman que hay de 30.000 a 50.000 fitonutrientes, 1.000 de los cuales han sido aislados, y únicamente 100 han sido analizadas y comprobados.
La ciencia moderna ahora cree que los fitonutrientes son capaces de defender y proteger los trillones de células del organismo humano de las enfermedades. El número de fitonutrientes en una verdura o fruta sin procesar es notable.
Cuando comemos, plantas, ya sean verduras o frutas, los fitonutrientes protegen la circulación sanguínea, células, tejidos, membranas, mitocondrias, piel, órganos y funciones del sistema inmune desde ataque de productos químicos sintéticos, toxinas, emisiones de automóvil o de fábricas, bacterias, pesticidas, virus, hongos, levadura, microbios, mutágenos, aditivos alimentarios, radicales libres y agentes carcinógenos.
Diseñados para la defensa
La naturaleza diseña con éxito diferentes mecanismos de defensa para las plantas. Por ejemplo, el azufre en el ajo y la cebolla repelen insectos y los alimentos color naranja intenso como en las zanahorias, albaricoques y calabaza contienen betacaroteno como protección de la intensa luz solar. Este increíble sistema de defensa natural, por supuesto que también beneficia al hombre.
Fitonutrientes conocidos con el nombre de indol-3-carbinol y sulforafano, se encuentran en las verduras crucíferas como col, brócoli y col rizada. Son muy reconocidos por el papel que desempeñan en la protección contra el cáncer y en particular, el cáncer de mama.
La cúrcuma es un gran inhibidor cancerígeno, debido a su potente curcumina.
El resveratol, encontrado en la piel y la pulpa de las uvas oscuras, ha sido investigado extensamente por diferentes universidades, las que han constatado sus cualidades para inhibir el crecimiento de tumores cancerígenos.
Licopeno, uno de los muchos fitonutrientes del tomate, es un antioxidante que previene la formación del cáncer, debido a su capacidad de interferir con la producción de nitrosaminas, implicados en el desarrollo de cáncer de estómago.
Sulfuros alílicos en el ajo y la cebolla han demostrado en laboratorio inhibir la producción de tumores.
Alimentos comunes y fitonutrientes
Cebollas, ajos, puerros, cebollino: Alicina y compuestos organosulfurados.
Brócoli, coliflor, col rizada: Indoles e isotiocianatos como sulforafano.
Arándanos, ciruelas, frijoles oscuros: Antocianinas.
Zanahorias, ñame, melón, calabaza de invierno: Carotenoides.
Frutas cítricas, tomates: Cumarinas.
Anís y regaliz: Ácido glicirretínico.
Frijoles y otras legumbres: Isoflavonoides, inhibidores de proteasa, saponinas.
Granos enteros, arroz integral, avena, trigo, centeno: Lignanos, ácidos fenólicos, inositoles.
Nueces y semillas: Lignanos.
Cítricos: Limoneno.
Tomate y pomelo rojo: Licopeno.
Cacao, té y la mayoría de las frutas y verduras: Fenoles.
Ahora, tenemos muchos pretextos para hacer varios viajes a la barra de las ensaladas y disfrutar de las nuevas creaciones de alimentos crudos que están apareciendo cada vez más.