La filosofía Zen es una disciplina espiritual que se basa en las enseñanzas de Buda. Los adeptos a esta filosofía de vida emprenden una búsqueda de la iluminación, la armonía y la paz interior a través de la simplicidad y rectitud de vida.
La aplicación de los principios de la filosofía oriental a la decoración de interiores ha llevado al nacimiento de un movimiento decorativo que busca crear ambientes de armonía y equilibrio en los que alcanzar la paz interior. La filosofía Zen ha sido muy utilizada en el diseño de interiores y jardines con recursos mínimos, espacios ordenados, colores y líneas simples.
Dentro de la tradición decorativa, el jardín reviste una particular importancia como lugar donde, a través del contacto con la naturaleza, alcanzar la paz interior y transmitir tranquilidad.
Algunas fuentes históricas afirman que los primeros jardines Zen aparecieron en los monasterios budistas como áreas verdes donde sea el realizador que el visitante pudieran meditar en el camino rumbo a la iluminación. Otras sostienen que son una invención reciente de la jardinería occidental inspirada en los principios del jardín seco japonés.
En cualquier caso, la popularidad de los karesansui, nombre japonés de los jardines zen, se ha ido extendiendo en occidente como jardines caracterizados por su sencilla elegancia minimalista y por no incluir el agua.
Y esto porque además de ser hermosos, poseen numerosas ventajas: se pueden adaptar sea a espacios interiores que exteriores, no es necesario contar con mucho espacio ya que podemos inclusive montar un jardín zen en miniatura bajo una escalera o en una bandeja de escritorio y; al no incluir plantas no requieren de cuidados como el riego constante o la protección del sol.
Además, si al finalizar tu jornada laboral lo que deseas es un espacio donde relajarte y encontrarte a ti mismo desconectándote de los problemas del mundo. Gozar de un jardín zen en tu hogar, o inclusive hacerlo tú mismo, será una experiencia muy reconfortante.
Una vez que hayas reservado una zona de tu jardín muy bien delimitada o hayas encontrado la bandeja del tamaño adecuado, podrás colocar los elementos necesarios y comenzar a disfrutar de los beneficios y la belleza de un jardín zen.
Para crear un jardín minimalista en este estilo deberás siempre incluir estos tres elementos:
1. Arena:
Es imprescindible en un jardín zen como elemento que representa el agua y en particular las ondas del mar. La arena se peina con un rastrillo para obtener diversos tipos de ondulaciones que representarán el movimiento de este elemento.2. Piedras:
Representan las dificultades que encontramos en el camino de la vida y la experiencia que sacamos de cada obstáculo. Las formas, colores y acomodos de las piedras aportan interés al jardín zen.3. Plantas:
Si bien no son el tema principal de este tipo de jardines, algunas plantas verdes como líquenes, musgos, bambú y bonsáis, nunca plantas con flores; o ramos secos darán el toque natural y verde a un karesansui.A continuación te dejo una galería de jardines Zen en interiores y exteriores para que admires su belleza minimalista y te inspires.
Entonces, ¿ya te animaste a hacer tu propio jardín Zen? Compare conmigo tus impresiones y, ¡te espero en el próximo post!