Nombre Científico: Clivia miniata
De la familia: Amarilidáceas
Orígen: África del Sur.
(Imagen/ Flickr: jazonz)
La clivia es una planta vivaz de hojas alargadas y planas, algo carnosas y de un color verde oscuro. Sus flores son anaranjadas y en forma de trompeta. Crecerán en racimos de entre 10 y 20 ejemplares, al final de un tallo que surge de las hojas en forma de abanico. Se cultiva como especie de interior y en ocasiones se utiliza como flor cortada. (En este reportaje te mostramos consejos para que las flores cortadas aguanten más tiempo)
(Imagen/ Flickr: blumenbiene)
Descripción
En climas atlánticos podemos cultivar la clivia en interior durante el invierno y sacarla al exterior durante el verano, cuando las temperaturas sean más cálidas.
En clima mediterráneo o similar, es posible su cultivo en exterior.
La clivia posee una floración: Se producirá en primavera, a partir del mes de febrero, después de un descanso vegetativo durante el invierno.
En condiciones propicias llega a medir hasta 50 cm.
(Imagen/ Flickr: F. D. Richards)
Cuidados
Riego no es necesario en abundancia. Durante el descanso invernal reduciremos el aporte de agua hasta que desaparezca, para reanudarlo en primavera durante la floración. De esta manera, su desarrollo floral será más profuso y espectacular. Si las hojas pierden su brillo natural, puede ser debido a una falta de riego.
Luz: abundante, pero indirecta.
Tipo de suelo: neutro ó ligeramente ácido con buenas condiciones de drenaje, pues el encharcamiento resulta peligroso para la clivia.
(Imagen/ Flickr: katerha)
Como podarla: al finalizar la floración. Antes de proceder es conveniente retirar la flores marchitas. Lo realizaremos cada 2 ó 3 años. Durante este tiempo podemos retirar la primera capa del sustrato y añadir compost.
Plagas: las más frecuentes son cochinillas, hongos y pulgones. (Detecta y evita la presencia de pulgones en tus plantas con este post).