¿Quién no conoce las propiedades medicinales del ajo? Entre sus muchas propiedades curativas podemos citar las siguientes: nos ayuda a combatir el colesterol, mejora nuestro sistema cardiovascular, ayuda a prevenir la gripe, es fuente de vitamina A, B1, B2 y C, mejora el aspecto de nuestra piel, etc, etc.
Pues bien todos estos beneficios los tenemos al alcance de la mano ya que su cultivo es realmente fácil de realizar en un pequeño huerto en una terraza.
Podemos cultivar ajos en macetas o en una mesa de cultivo sin ningún problema debido a sus características: no posee grandes raíces que necesiten grandes espacios, tampoco es demasiado exigente en dosis de abonado orgánico, alcanza una altura de unos 30-40 cms y además es una planta muy rústica que tiene muy pocos problemas con plagas y enfermedades.
La mejor época para sembrar ajos es es otoño ya que se necesitan bajas temperaturas en el inicio de su cultivo para poder conseguir unas buenas cabezas de ajo.
Sembraremos los bulbillos de ajo (dientes de ajo) con su parte más en punta hacia arriba y a una profundidad de 4 cms, la distancia entre ellos será de unos 15 cms.
Tampoco es muy exigente en cuanto a los riegos, necesita que se rieguen cada quince o veinte días, con la llegada de las buenas temperaturas incrementaremos el riego, realizándolo cada ocho o diez días, y por último regaremos unos quince días antes de su recolección, que se realizará a los ocho meses desde su siembra.
Como recomendación comentar que es importante no sembrar nunca ajos durante la luna llena.
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Foto: timsackton / Flickr.