Uno de ellos es el denominado 'jardín japonés', heredado directamente de las casas privadas y los castillos japoneses que cuentan con cientos de años.
(Imagen/ Flickr: TXZeiss)
Este tipo de espacios están sujetos a varios principios estéticos, como el 'shizen' (natural) o el 'kanso' (austeridad), que beben directamente de la cultura japonesa, caracterizada por su respeto a la tradición y la historia.
(Imagen/ Flickr: staceymk11)
En un mundo donde lo artificial se va imponiendo cada vez más a lo natural, la filosofía oriental es una vía de escape para aquellos que quieren disfrutar de su vida sin seguir las normas marcadas.
Poder salir al jardín y perderte por el camino de piedra de un vergel japonés, es una experiencia que ayuda a evadirnos de la realidad y nos anima a la meditación interna.
Todos los elementos del jardín tienen que estar dispuestos de una forma concreta, buscando siempre un rasgo fundamental: el equilibrio inestable.
(Imagen/ Flickr: Rosa Say)
¿Qué es el equilibrio inestable?
Los japoneses guardan con recelo un texto que data del siglo XII y que se conoce como el 'Sakutei-Ki'. En él se marcan las pautas básicas a la hora de configurar un jardín de este estilo. (Si quieres descubrir otros tipos de jardines y sus características no te pierdas este post).Todas ellas deben girar en torno al principio del equilibrio inestable, entre el Hombre, el Cielo y la Tierra.
Si trasladamos esto al vergel, veremos que el desorden aparente que guarda un jardín japonés tiene mucho sentido. Se encuentra belleza en lo imperfecto, lo inacabado.
(Imagen/ Flickr: Sunciti_Sundaram's Images + Messages)
Enrique Acevedo Nancollas, paisajista especializado en jardines japoneses, propone un ejemplo para entender este equilibrio: "imagínese que va por un camino en zigzag y, en cada recodo, se encuentra, primero con una flor, luego con una roca, y en el próximo con un atractivo helecho.
Por un lado, es un camino 'inestable' ya que va de un lado para otro, pero conserva un 'equilibrio' porque cada elemento que nos encontramos nos marca un cambio de sentido".
En la filosofía oriental, dicho cambio representa los vaivenes de nuestra vidas, siempre en constante movimiento.
(Imagen/ Flickr: Travel Aficionado)
La piedra: pilar fundamental
Todo jardín japonés que se precie debe tener presente varias rocas que simbolizan montañas o islas, rodeadas por un mar imaginario, un vacío, que se configura como otro aspecto fundamental.Para el especialista, "las piedras las podríamos comparar con el esqueleto humano, es el sostén de todo el desarrollo de este tipo de enjardinado.
Hay que tener en cuenta que Japón es un país de mucha montaña y por tanto rocoso". Alrededor de estas piedras, podemos colocar arena o grava blanca, usando un rastrillo para crear ondulaciones a modo de corrientes de agua. (Aprende a instalar grava en tus plantas)
(Imagen/ Flickr: bobchin1941)
Además de las rocas, existen otros accesorios que no pueden faltar en este tipo de jardines, cuya función va más allá de la estética.
La colocación en un sitio determinado siempre responde a un porqué, tal y como explica Enrique Acevedo: "una linterna de piedra cumplía la función de alumbrar un camino, una vasija de agua, servía para refrescarse la cara y lavarse las manos y los postes de señal indicaban al viajero en qué lugar se encontraban".
Por tanto, su ubicación en nuestro vergel no debe dejarse al azar, aunque no por ello tenemos que conseguir un equilibrio visual a la hora de emplazar un accesorio.
(Imagen/ Flickr: danxoneil)
La importancia de lo vacío y lo lleno
El principio del equilibrio inestable que hemos tratado anteriormente está en relación directa con el concepto del vacío en el jardín japonés.Acevedo afirma que "los occidentales tendemos a sobrecargar en demasía todo. Si una planta nos gusta por su color, textura o forma, va a parar a nuestro vergel, y lo peor es que, simplemente donde hay un sitio, la colocamos.
Los jardineros japoneses se toman más en serio el dónde y qué cantidad de plantas vamos a colocar; es tan importante lo 'vacío' como lo 'lleno'."
(Imagen: geograph)
Las zonas de vacío, que simbolizan el curso del agua, podemos conseguirlas con el uso del musgo, siempre y cuando dispongamos de un clima húmedo y no excesivamente caluroso.
En caso contrario, la arena blanca puede servir para crear este tipo de espacios.
Las plantas que conforman el 'lleno' pueden ser de cualquier tipo, aunque si queremos lograr un aspecto típicamente japonés, podemos recurrir al cotoneaster, el cerezo, el bambú, los helechos o los crisantemos.
(Imagen/ Flickr: M.Martin Vicente Crisantemos)
Tampoco puede faltar un pequeño estanque poblado por peces y nenúfares viviendo en perfecta armonía, con un pequeño puente de madera por encima.
(Imagen/ Flickr: Sean Davis)
Configurar un jardín de estilo japonés va más allá de un simple ejercicio de paisajismo. Hay que conocer bien la filosofía oriental y su concepto del hombre para poder conseguir un espacio ideal para la meditación.
(Imagen/ Flickr: wenzday01)
Agradecimiento especial a Enrique Acevedo Nancollas, paisajista y director de Jardinesjaponeses.com.
Agradecimiento especial a Enrique Acevedo Nancollas, paisajista y director de Jardinesjaponeses.com.