Podemos comprar semillas de hortalizas, plantas o flores en cualquier vivero, una vez que con la experiencia comprobemos que variedades nos gustan y se desarrollan correctamente en la zona donde vivimos dejaremos que algunas matas cumplan su ciclo hasta formar las semillas (lechugas, acelgas…) o extraeremos la de los frutos (tomates, pimientos…), esto permitirá que además de ahorrarnos un dinerillo , temporada tras temporada las semillas se irán aclimatando y se harán más productivas y resistentes a enfermedades. Podemos proceder de la misma forma con las flores y plantas de temporada. Tienes toda la información de cómo obtener semillas aquí.
Si se guardan de forma adecuada, las semillas pueden ser viables durante mucho tiempo ya que necesitan muy poca energía para sobrevivir, para guardarlas, después de secarlas al sol podemos ponerlas en tarros de cristal o sobres debidamente etiquetados que deben estar en un lugar fresco, seco y sin luz solar directa.
Una vez que la semilla percibe que las condiciones son adecuadas para la germinación, comenzará a transformarse, cualquier alteración de las condiciones, humedad, temperatura… puede hacer que el proceso se detenga y no podamos obtener las plántulas para cultivar.
Sustrato para semilleros
La semilla contiene los nutrientes necesarios para germinar, una vez se transforma en plántula y desarrolle raíces si que necesitará nutrientes hasta su trasplante definitivo.
Prepararemos la mezcla utilizando a partes iguales, turba o fibra de coco, perlita y sustrato para arranque de semillas o humus de lombriz.
Yo prefiero utilizar fibra de coco en lugar de turba, ya que retiene la humedad muy bien y humus de lombriz que contiene nutrientes y auxinas que propician que las plántulas arraigen correctamente, la perlita permite la correcta oxigenación del sustrato.
Recipientes para semilleros
Cualquier recipiente que puedas reciclar puede servirte de semillero (envases de yogur, bandejas de plástico, los vasitos de café de la oficina, cajas de porexpán, etc.)
Sólo necesitas hacer los correspondientes agujeros para que tengan un drenaje adecuado y sobre todo limpiarlos adecuadamente antes de utilizarlos para asegurarte de que bacterias, hongos y moho no dañen las semillas.
Lava los recipientes con jabón de lavar los platos y agua tibia después sumérjelos durante 10-15 minutos en una solución de agua (preferiblemente destilada o de lluvia) y agua oxigenada al 3%. El único residuo que quedará es oxígeno, algo que la semilla necesitará para germinar correctamente. No utilices lejía.
Prepara las semillas
Pon en remojo las semillas durante una noche en una solución de agua destilada y agua oxigenada al 1%, de esta manera conseguirás aumentar considerablemente la tasa de germinación y acortarás el tiempo de brotado.
Puedes germinar las semillas grandes utilizando un germinador casero vertical.
Sembrar las semillas
Llena los recipientes que vayas a utilizar como semilleros con el sustrato preparado sin apretarlo ni compactarlo demasiado, con un cuchillo limpio nivela la mezcla y con el dedo hay pequeñas depresiones para depositar las semillas, después cúbrelas con una fina capa de sustrato y presiona ligeramente, las semillas se siembran a una profundidad de 2-3 veces su tamaño.
Debes mantener el sustrato siempre húmedo pero no encharcado, la mejor manera de regar un semillero es colocando un recipiente con un poco de agua debajo para vaya regando por capilaridad. Puedes ponerle un plástico por encima para que retenga mejor la humedad pero debes hacerle unos agujeros para que entre el aire, cuando aparezcan los primeros brotes retira el plástico.
Una vez han aparecido las plántulas si que necesitarán luz para desarrollarse, si están en un lugar con poca luz puede producirse el ahilamiento de las plantas.
Cuando las plántulas tengan 3-4 hojas verdaderas ya puedes plantarlas en su ubicación definitiva, es mejor dejarlas fuera del invernadero o el lugar donde las hayas germinado una semana antes para que se vayan aclimatando y elegir un día nublado o cuando se haya puesto el sol para el trasplante, no es adecuado hacerlo a pleno sol.