Al contrario que su hermano el Jazmín officinalis, que es más débil y friolero, el Jasminun nudiflorum, de la familia de las Oleáceas, es un arbusto sarmentoso muy resistente pero además de su rusticidad, presenta otras muchas ventajas que lo convierten en huésped favorito de nuestro jardín. Sus hojas, compuestas de tres lóbulos lanceolados, son perennes en climas cálidos. En climas extremados, la planta puede perder gran parte de su follaje pero sus tallos permanecen verdes.
Sus flores son de color amarillo, de entre 3 y 4cm y surgen antes que las hojas.
Su floración es abundante y alcanza su esplendor durante el mes de enero aunque aparece ya en noviembre y dura hasta marzo.
Desarrolla desde la base, unos tallos cuadrangulares, largos y algo rígidos que pueden empalizarse o extenderse hacia abajo cubriendo taludes y roquedos.
Dado que es capaz de alcanzar más de 3 metros de altura, también es útil para cubrir muros o árboles secos. Incluso en una terraza, cultivado en cajonera o jardinera grande, puede guiarse por la pared con espalderas o dejar que caiga hacia afuera si se trata de una valla o pared baja.
Se multiplica muy fácilmente mediante esqueje en otoño o estaca en verano.
Cuáles son sus preferencias
A pesar de lo que os he dicho sobre su resistencia, si queremos que luzca maravilloso y desarrolle una floración exuberante, conviene que sepamos lo que le gusta:
Un lugar soleado o en semisombra. Se da también en lugares umbríos pero su floración no es tan abundante.
No pasar sed en otoño.
Suelo arcilloso y húmedo pero si el terreno es fresco, apenas requiere riego.
Por lo demás es una planta que se cuida sola. No necesita nada especial salvo un poco de poda de aclarado y de renovación.
La poda ha de realizarse una vez pasada la floración ya que se trata de un arbusto que florece antes de mediados de verano en la vegetación nueva, es decir en los tallos del año en curso.
Consistirá en eliminar algunos de los tallos más débiles y algunos (o todos) de los tallos más viejos y leñosos.
Los tallos se cortan desde lo más abajo posible. De esta forma, el arbusto se renovará continuamente desarrollando tallos nuevos y vigorosos que se llenarán de flores.