La correhuela tricolor tiende a cerrarse durante la noche o ante la falta de luz.
La correhuela tricolor forma parte de la familia de las convolvulaceae, conocida también como campanilla o dondiego de día, será muy útil tanto para cubrir el suelo como paredes o vallas, que quedarán más vistosas con las flores tricolores, o incluso para elaborar originales cestas colgantes para la terraza.
Cultivo por semillas
La campanilla se reproduce a partir de semillas, que plantaremos a finales del invierno en semilleros o en pequeñas macetas. Antes de introducir las semillas en la tierra, es útil mantenerlas durantes unas horas en remojo para facilitar la germinación, que se producirá en menos de dos semanas. No olvidaremos que las semillas son venenosas, por lo que tendremos especial cuidado durante su manipulación. Hasta que se desarrolle, conviene situarla en lugares abrigados, resguardados del viento y de las bajas temperaturas, ya que no soporta bien los climas duros. Luego se puede trasplantar al suelo, aunque es imprescindible tener especial cuidado, ya que no es muy resistente. Para no disminuir su crecimiento, hemos de separarlas, plantándolas a una distancia entre 20 y 30 cm.
Cuidados muy sencillos
Crecerá en terrenos arcillosos, en lugares más bien soleados, con un suelo bien drenado y sin humedad excesiva. Una vez que empieza su crecimiento, el sol es especialmente importante, ya que serán las altas temperaturas las que permitirán su correcto desarrollo.
Al mantenerse en buenas condiciones en terrenos secos, no es necesario regarla con frecuencia. Asimismo, tampoco suele requerir fertilizantes y abonos para un crecimiento vigoroso. Sin embargo, para ello, sí está indicada la poda. Al cortar los extremos de los tallos, las hojas y flores que surgen en la parte inferior de éstos, crecen con mayor fuerza, aportando a la planta un follaje más denso.
Además de ser una trepadora muy vistosa para el jardín, sus hojas tienen propiedades medicinales. Se utilizan en medicina natural como laxante y purgante. Para preparar la infusión, herviremos agua y añadiremos unos 10 gr. de hojas machacadas (han de ser frescas).
Una vez que está fría, se cuela. Se recomienda tomar una taza del preparado al día. Consultaremos al farmacéutico o al médico y no tomaremos este remedio durante un periodo prolongado de tiempo, ya que podría producir trastornos intestinales.