Por primera vez os voy a hablar de algo que no es tejido: de mi huertina ecológica. Sí, tengo vida más allá de las agujas....
Desde que entra la primavera y empiezan las labores de la huerta, tengo mucho menos tiempo para el blog, el facebook, preparar patrones... Ya es impensable (por eso últimamente sólo comparto patrones que no son míos).
Y, como supongo que me siento un poco culpable, hoy os enseño a qué dedico parte de ese tiempo (bueno, aparte de la casa, los 2 niños, las clases, los encargos) ¡Vaya, que no me aburro, jaja!
Lo que más tiempo me llevó este año fue hacer los bancales cerámicos.
Mucho trabajo, pero estoy encantada. Vamos, que si alguien tiene huerta se lo recomiendo.
Aquí van los tomates, pimientos, repollos, pepinos, lechugas...
Y aparte pongo las patatas, el maíz
asociado a calabazas y las famosas fabes de la granja
¡Qué rica la fabada asturiana...!
Y un gallinero móvil no podía faltar. Sólo tengo 2 pites (o sea, gallinas, es que hablando de la huerta me sale el asturiano sin querer...), pero para nosotros es suficiente.
Todo ecológico, en mi huerta no entra ni un producto químico.
Y lo que más presta: la cosecha al final del día
Reconozco que me encanta estar en la huerta, el tiempo me pasa volando y como no me quedan fuerzas para nada, después me relajo tejiendo. ¡Día perfecto!
Espero que os haya gustado esta parcela de mi vida. Contadme si también compartís esta pasión por la tierra
Besos
Nuria