Comenzaremos definiendo este nuevo tipo de huertos familiares que se va imponiendo cada vez más como muestra del interés de la sociedad por una alimentación mas sana y de modo casero, lejos de hortalizas transgénicas y frutos producidos industrialmente.
Así pues, definimos huertos familiares a la zona destinada para la producción de hortalizas para consumo familiar. Este tipo de huertos familiares se suelen dar en viviendas unifamiliares adosadas, pareadas ó individuales. También está en auge ahora el alquiler de pequeños huertos familiares en micro-parcelas hasta de 100 metros cuadrados como alternativa a las personas que no tienen una vivienda de este tipo y desean producir sus propias hortalizas.
Otra tendencia que abre mas posibilidades a personas que no viven en el tipo de viviendas citadas, es lo que se denominan huertos urbanos, porque permiten la opción de tenerlos dentro de las ciudades en áticos, terrazas, o incluso en los balcones de nuestro piso, generalmente son plataformas elevadas o incluso verticales dónde poder cultivar las principales hortalizas para nuestro consumo.
Cómo se clasifican las hortalizas
Lo primero que debemos tener en cuenta es el gasto o consumo que vamos a tener de las hortalizas, en función de ese consumo personal, dispondremos nuestro pequeño espacio.
Una vez de lleno en nuestra labor, para poder cultivar nuestras hortalizas debemos conocer dos clasificaciones de las mismas, las hortalizas se clasifican por la época en que las recolectamos y por la parte de la hortaliza que consumimos.
Así pues, en nuestra primera clasificación, nos encontraremos con:
- Hortalizas de invierno. Si las recolectamos desde Noviembre a Febrero.
- Hortalizas de verano. Si las recolectamos desde Junio a Septiembre.
Aparte hay algunas hortalizas que pueden cultivarse durante todo el año dependiendo de la climatología del lugar. Por ejemplo, en la Península Ibérica existe un abanico tan amplio de áreas climatológicas, que depende mucho de la zona donde nos encontremos.
Qué sembrar en cada mes
A continuación os detallamos los posibles cultivos en función del mes del año en que estemos:
- En los meses de Noviembre y Diciembre. Sembraremos las hortalizas que consumiremos en primavera y principios de verano, como Guisantes, Habas y Ajos.
- En Abril-Mayo. Dependiendo de las zonas peninsulares, podremos sembrar todas las hortalizas que vamos a consumir a finales de verano, como calabazas, calabacines, tomates tanto Cherris como para ensalada y conserva, pimientos, guindillas, patatas, judías verdes, puerros, grelos, cebollas...
- En Julio-Agosto sembraremos, todas las hortalizas que consumiremos en invierno: Coles de Bruselas, Coliflor, Col de Lombarda, Repollos, Brócoli... y también plantaremos alcachofas y fresas, para la primavera próxima.
- Por último hay un grupo de hortalizas que se pueden cultivar repetidamente a lo largo de todo el año, excepto en los lugares donde los inviernos sean muy crudos como son, las acelgas, espinacas, zanahorias, rabanitos, y todas las que utilizamos para ensaladas como rúcula, canónigos, berros, lechugas, escarolas, etc.
Qué parte consumimos de cada hortaliza
La segunda clasificación de la que hablábamos sobre las hortalizas, es relativa a la parte de ellas que consumimos.
- Consumo de hojas: acelgas, espinacas, repollos, grelos...
- Consumo de frutos: tomates, pimientos, calabacines, judías verdes....
- Consumo de raíces: patatas, ajos, zanahorias, cebollas....
Lo tenemos que tener siempre en cuenta a la hora de crear nuestras rotaciones de cultivo ya que no podremos plantar dos veces seguidas en la misma zona (surco, era, ó maceta elevada ) una hortaliza de la cual consumamos su misma parte. Es decir, si hemos tenido plantados en un surco tomates, posteriormente a su cosecha en ese surco plantaremos cebollas, ajos... o bien acelgas pero nunca otra hortaliza de la que consumamos su fruto, como pimientos ó calabacines por ejemplo.
El motivo de estas rotaciones es debido a que las plantas consumen del suelo varios tipos de elementos minerales pero dependiendo de lo que más desarrollen consumen un elemento mineral con mayor avidez, así pues, las hortalizas que producen muchas hojas consumen mucho Nitrógeno, las que tienen unas raíces muy productivas consumen mucho Potasio y por último las que producen muchos frutos consumen mucho Fósforo.
Así pues, si repetimos con hortalizas que consumen el mismo elemento mineral al no dejar al suelo de recuperarse de ese elemento nos bajaría mucho la calidad y producción de las mismas.
Por Juan Luis Ruiz Dyezma. En los Seminarios de fin de semana, que realiza el Estudio de Paisajismo Ruiz de Dyezma, en Aranjuez, te ayudan a poner en marcha tu huerto de manera personalizada. juanluis@ruizdyezma.com www.ruizdyezma.com
Imágenes (por orden de aparición): Juan Luis Ruiz Dyezma, Elbrown/Flickr, TopRural/Flickr.