Las plantas gimnospermas son las que cuentan con vasos conductores y flores. Sus semillas están desnudas, es decir, que no están dentro de un fruto. Son de gran porte, muy ramificadas y longevas con hojas pequeñas y perennes en su mayoría. Aunque algunas de ellas son arbustos, la mayoría son árboles y a veces, de una gran altura. Un ejemplo de este tipo de planta son los pinos, cipreses y el enebro, que detallaremos a continuación.
Pinos
Tienen hojas largas y muy estrechas, parecidas a agujas, que reciben el nombre de acículas. Pertenecen a la familia de las coníferas y puede llegar a medir 30 metros. Suele nacer en suelos calcáreos o silíceos y resisten bastante bien las heladas. Habitan en bosques templados donde existe un nivel de humedad suficiente.
Cipreses
Es un árbol perenne de la familia de las cupresáceas, que también puede alcanzar grandes alturas. Sus hojas son escamosas, de color verde oscuro y con forma triangular.Son originarios del este de Europa y el oeste de Asia. Se cultiva como ornamental en parques, jardines y cementerios para protegerles de los vientos. En Europa es muy característicos de ciertas zonas como la Toscana italiana y en el paisaje español en el Levante y en Granada.
Enebro
También es un árbol perenne de la familia de las cupresáceas, aunque este es de un tamaño mucho menor que el anterior, apenas supera los 7 metros de altura, de hecho en ocasiones no llega a sobrepasar ni los dos metros. Sus hojas son punzantes, de color verde oscuro por el haz y con una franja blanca por el envés. Suele encontrarse en matorrales de montaña.
Imágenes/Flickr: richardefreeman, doustpauline of whatwhenwhere all behind, Monica Arellano Ongpin, William Herron.