Esta planta es la típica planta de mamá, la típica planta que existe en todos los hogares porque mamá no ha conseguido matarla debido a su resistencia a los malos cuidados. Es muy fácil de cuidar y muy agradecida, ya que a poco que la mimes ella te regala nuevos chitos que enseguida se convierten en nuevas plantas.
No es muy exigente en sus cuidados. Prefiere la semisombra y la luz directa no le sienta muy bien. Conviene regarla regularmente, tolera bien la falta de agua, aunque sí notarás que la planta languidece y pierde vigor, que recupera enseguida cuando la vuelves a regar.
Sobre temperaturas, aguanta bien el frío pero es muy agradecida en entornos cálidos.
Para nuestro propósito de purificar el aire interior de casa es una de las mejores, ya que elimina el monóxido de carbono y otras toxinas e impurezas.