(Imagen/ Flickr: TANAKA Juuyoh)
Las flores del plumbago pueden ser blancas, azules o escarlatas, guardando un extraordinario parecido al jazmín (de hecho, se denomina jazmín azul a su variedad más popular). A diferencia de éste, crece en forma de espigas terminales.
Respecto a sus requerimientos, el plumbago necesita luz abundante para su óptimo crecimiento y no resiste bien las heladas, por lo que es preciso situarlo en sitios resguardados.
(Imagen/ Flickr: aussiegall)
Cómo es
Es un bonito arbusto que ofrece flores en forma de espigas pobladas, cortas y casi unilaterales.Sus tallos son largos, frágiles y con hojas recubiertas de polvo en el envés.
Puede alcanzar una altura de hasta 2 m, por lo que no es un ejemplar excesivamente pequeño comparado con otros.
En la especie más pura produce flores bonitas de color azul celeste, aunque también existen de tonos blanco y escarlata. Habitualmente florece desde mayo hasta octubre.
(Imagen/ Flickr: bob in swamp)
Cuidados y amenazas
Desde el mes de marzo hasta agosto es recomendable abonarla con un fertilizante líquido equilibrado, al menos cada dos semanas.La plaga más importante que puede afectar al plumbago es el pulgón. Será necesario combatirlo con los productos adecuados, para no provocar daños.(Comienza la guerra al pulgón y olvídate de él)
Como dato, apuntamos que debe utilizarse el mantillo o tierra normal de jardín húmica. Será bueno abonarla cada 8 ó 10 días.
Las variedades más conocidas son el Plumbago capensis, o jazmín azul, y también el Plumbago Auriculata.
(Imagen/ Flickr: sassamifrass)
Algunos trucos
Es importante podarlo cuidadosamente, sobre todo para mantener su forma. Esto hay que hacerlo a comienzos de la primavera.Si arrancas sus flores marchitas, facilitarás enormemente la nueva floración.
Necesita un riego abundante en su época de crecimiento, aunque hay que evitar los encharcamientos, que quemarían sus raíces.