Hoy me he levantado reflexivo y me apetecía publicar este post en el blog. Los que me leéis o seguís en redes sociales creo que sabéis bastante bien lo que para mí es una huerta orgánica o una huerta ecológica. Últimamente leo algunos post o comentarios que me llevan a escribir este pequeño artículo en forma de "reflexión" porque creo que algunas personas no acaban de cogerle el concepto a esto de la huerta orgánica.
Entender como huerta orgánica la práctica hortícola en la que sólo se utilizan productos: fungicidas, insecticidas, etc. autorizados para este tipo de cultivos ecológicos. Es quizás quedarse un poco corto de miras o ser poco ambicioso. Una huerta orgánica no sólo es no utilizar productos prohibidos tenemos que ir más allá. A continuación os hablaré de qué es para mí una huerta orgánica.
LA HUERTA ORGÁNICA!!
Os hablaré desde el punto de vista de un horticultor que cultiva su propia huerta para el autoconsumo. Se podría aplicar también sin ningún género de dudas a los que cultivan también de forma profesional pero ellos tienen una regulación que les permite la utilización de determinados productos y se pueden vender sus productos bajo el amparo del sello de "ecológico".Una huerta orgánica no sólo es un espacio en el que cultivar: tomates, berenjenas, calabazas, pimientos, judías, etc. Una huerta orgánica es, o debería de ser, desde mi punto de vista, un pequeño ecosistema donde no solo cultivemos hortalizas si no ese lugar donde también fomentemos la biodiversidad y eso pasa por intentar fomentar la presencia de otros seres vivos: pájaros, insectos, invertebrados, anfibios, etc. para que nos ayuden a controlar plagas que pueden afectar a nuestros cultivos.
Como norma general los primero que hacemos, y tengo que reconocer que yo también lo hacía cuando empecé a cultivar mi huerta, cuando vemos la presencia de algún tipo de plaga en alguna de nuestras plantas, es recurrir al insecticida ecológico que tenemos a mano y atacar a ese pulgón que nos incomoda y que puede resultar fatal para nuestras plantas. Error!!! Un error que se comete con mucha frecuencia y que si lo piensas un poco no nos lleva a ningún lugar. Pensemos en cómo funciona un ecosistema y recuerda lo que te enseñaron en el colegio cuando tocó hablar de la cadena trófica. Si quieres profundizar un poco más sobre el tema te invito a leer mi libro Nos vemos en la huerta: Consejos de hoy (o de ayer) para un cultivo variado, productivo y responsable. Pero como idea inicial este post te dará una idea de por donde van los tiros si me permites la expresión!!
Como podéis comprobar todos los seres vivos necesitan alimentarse. desde una lombriz, que se nutre de la materia orgánica del suelo a un escarabajo que, dependiendo de la especie, se alimenta de restos orgánicos o de cadáveres de otros animales. Unos sin los otros no podrían vivir, porque las plantas necesitan que otros seres vivos trasformen la materia orgánica en nutrientes que puedan ser asimilados para crecer y desarrollarse correctamente.
Teniendo este punto claro podemos entender que para que nuestra huerta sea un ecosistema totalmente autosostenible tenemos que intervenir lo menos posible. No debemos combatir una plaga a la primeras de cambio porque estaríamos cortando la cadena y por lo tanto provocando un desequilibrio que nos perjudicaría y nos llevaría a depender de insecticidas para controlar las plagas que pueden dañar nuestras plantas.
Os pondré un ejemplo para que quede más claro. Una mañana nos levantamos y después de tomarnos el desayuno, nos acercamos a nuestro huerto para realizar las tareas correspondientes, entre las que no debe faltar la observación, y comprobamos que en una de nuestras plantas de judías tenemos algo de pulgón. Lo primero que a la mayor parte de la gente se le ocurre es recurrir a un insecticida a base de ajo o al jabón potásico o al insecticida de marca comercial, ecológico claro está, que hemos comprado en nuestra tienda de referencia y tratar ese pulgón para eliminarlo. ¿Pero estamos actuando de forma correcta cuando el pulgón sólo afecta a una de nuestras plantas y no es un problema de momento?
La respuesta es no, porque eliminaríamos el pulgón, si no es hoy será en un par de días porque mientras siga ahí lo seguiremos tratando con nuestras armas hasta que ya no esté. Con ello lo que estamos haciendo es alimentar una de las fuentes de alimentación de uno de los insectos más beneficios para el horticultor ecológico, la mariquita de 7 puntos.
Las larvas de las mariquitas son muy voraces y son sin duda el mejor "insecticida" para controlar al pulgón y por lo tanto mantener esta plaga tan común entre nuestros huertos y jardines. Por eso podríamos afirmar que sin pulgón no hay mariquitas y sin mariquitas vamos a tener pulgón y lo vamos a tener que tratar con insecticidas para que este no acabe con nuestros cultivos.
Te sugiero que sigas las siguientes recomendaciones: 1º observación, vigilar tus plantas y comprobar que no están afectadas por ninguna plaga o enfermedad y si observas la presencia de algún insecto que puede causarte algún problema monitorizar su evolución para que no se convierte en un problema y dejar que la naturaleza haga el resto. 2º prevenir, si tienes varias plantas y en una de ellas observas que tienes pulgón, por poner un ejemplo, utilizar algún tipo de preventivo en el resto de las plantas para que no se extienda y dejar que la naturaleza haga el resto. A continuación te dejo un repelente que funciona muy bien y te puede ser útil para controlar plagas en el huerto.
Yo desde hace muchos años intento ser lo menos intervencionista posible en mi huerta y cada vez voy consiguiendo reducir la aplicación de productos en mis cultivos y reduzco de forma considerable la presencia de plagas. No es algo que se consiga de la noche a la mañana pero si tienes paciencia lo acabarás consiguiendo.
Espero que te haya gustado el post de hoy y si tienes alguna duda o quieres comentar algo al respecto del mismo que dejes un comentario e intentaré resolver tus dudas o intercambiar impresiones. Muchas gracias por tu tiempo!!!
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Fuente fotografías:
Foto de Pete Nuij en Unsplash
Cadena trófica
Fuente: este post proviene de Diario dun neno labrego, donde puedes consultar el contenido original.
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