Normalmente la jara se planta en el suelo, aunque se adapta muy bien a las macetas.
La jara posee una floración es espectacular: se llena de blancos, rosas y rojizos cuando llega la primavera.
Además, es muy oloroso y produce gran cantidad de resina en los meses de julio y agosto.
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(Imagen/ Flickr: J. Tamame)
Hojas y flores
El follaje de la jara es muy "pegajoso". Además, posee un aroma muy característico. Sus hojas tienen los pecíolos cortos; son lanceoladas, estrechas y de color verde oscuro, muy viscosas y pegajosas al tacto, con el envés ligeramente peloso. Las flores pueden ser de hasta 10 cm. de diámetro y cuentan con cinco pétalos.
Cuidados
Conviene regar este arbusto abundantemente durante el periodo de crecimiento (sin estancamientos).Requiere de una humedad media para su cultivo, pero admite perfectamente la sequía. Debes ubicarlo en sitios soleados, o no florecerá.
(Imagen/ Flickr: Ashley Basil)
En cualquier caso, es una planta muy tolerante que resiste temperaturas de hasta -5 ó -6 ºC.
Curioso: la resina de la jara también se ha utilizado para hacer caramelos y dulces.
(Imagen/ Flickr: wallygrom)
Importante: contiene ládano, una especie de goma compuesta por resinas y utilizada en perfumería.
Sabías que... la jara tiene aplicaciones terapéuticas. Por ejemplo, se utiliza para calmar la tos.
Y además...
La poda. Es recomendable podar al final del invierno. De esta forma conseguirás que su crecimiento sea mucho más uniforme.
El terreno. Se cultiva en tierra normal de jardín, húmica o mantillo.
Necesita del abono por lo menos una vez al mes hasta agosto.
(Imagen: Wikipedia)
Enfermedades y plagas. Aunque no es un ejemplar demasiado delicado, sí pueden afectarle algunas plagas como, por ejemplo, el pulgón o el moho gris. Esto sucederá principalmente en las hojas recién brotadas.
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