Las lluvias permiten un mayor avistamiento en número de especies
A medida que ha ido avanzando el mes de octubre y nos hemos adentrado en noviembre las lluvias han hecho posible la aparición de muchas más especies de los géneros más relevantes como Tricholoma saponaceum y T. terreum, Xerocomellus chrysenteron, Amanita rubescens y A. muscaria, Suillus granulatus y S. luteus, además de varios tipos de níscalos como Lactarius quieticolor y L. deliciosus.En cambio, las especies que primero aparecen en el bosque han ido desapareciendo como las inconfundibles parasoles (Macrolepiota procera), debido a que las temperaturas por la noche están siendo más bajas y a estas especies les va poco el frío nocturno. Muchas especies de setas de frío comienzan a verse en estos días y si sigue lloviendo en el mes de noviembre, la temporada se alargará, con permiso del frío, unas semanas más.
El recorrido de la ruta micológica y sus setas
Durante el recorrido de la ruta micologica de educación micológico-ambiental, los asistentes pudieron conocer en primera persona los caracteres diferenciadores de las especies de mayor interés, así como aprender la relación que hay entre el bosque y los hongos que en ellos fructifican, ese cortejo que es único en cada bosque.Una ruta micológica ha de ser una experiencia de aprendizaje que permita adentrarse con total seguridad en el mundo de las setas. Los asistentes que vienen con ganas de exprimir el zumo de esta salvaje experiencia de naturaleza donde la micología es el eje central, terminan recuperando el niño que todos llevamos dentro. Curiosos, ansiosos, con una innata predisposición a empaparse del saber micológico.
El bosque y su fauna, una ruta micológica completa
Las rutas micológicas, son travesías que discurren en entornos naturales salvajes. Los hábitats que visitamos en nuestras rutas micológicas son la casa de numerosos animales salvajes que integran su propia fauna particular. Es muy importante ser silenciosos en nuestras salidas al bosque, hay que tener en cuenta que podemos hallarnos en la época de apareamiento o cría de alguna especie salvaje a la que podemos molestar con nuestros ruidos y gritos.La vida salvaje es la dueña verdadera del bosque, nosotros salimos hace miles de años de ellos para crear una sociedad que parece, en ocasiones, haber perdido el norte. Es normal que en nuestras jornadas micológicas salgan a nuestro paso animales salvajes que parecen querer deleitar a nuestros asistentes.
Corzos, jabalíes, zorros, ciervos …., parecen quedar de acuerdo para que las rutas micológicas no sean solo de setas, también de ser espectadores de la vida salvaje. Los guías micológicos de Cesta y Setas tienen una formación muy especial, su saber y amor por el bosque hacen que, al trasmitirlo, los asistentes tomen conciencia de la necesidad de preservar nuestros hábitats.