El tulipán es una planta que en maceta nunca se me ha dado bien, siempre acababan cogiendo hongos, o por el motivo que fuera se morían, pero este año al plantarlos en el huerto la cosa mejoró. Durante una época se pusieron muy bonitos con una hermosa flor amarilla. Pero llegado un momento, creo que por su ciclo natural, se secaron. Los dejé en su sitio, no los quité durante un mes, salvo el otro día que me decidí por hacerlo.
Pero hay un tulipán que no he quitado. Es uno especial, que he seguido con muchas ganas. Forma parte de una pequeña obsesión que tengo; intentar sacar semillas de todo. Este, a diferencia de los otros se ha secado más tarde y su flor ha aguantado más que ninguna. Y poco a poco, ha ido formando una especie de fruto, de vaina, de la cual tiene toda la pinta de que se sacarán semillas. Nunca he visto como se reproduce de esta manera, pero supongo, que como cualquier planta, se puede reproducir por semillas, aunque no sea la manera más empleada. Como ejemplo de esto podemos ver la fresa, que se planta a partir de estolones; la alcachofa, desde estacas o mismamente el ajo, pero todas se pueden reproducir desde semilla.
Ahora falta saber cuanto esperaré a sacarlas de la planta y a guardar los bulbos que yacen bajo el suelo. Por lo de pronto, mientras siga haciendo buen tiempo y no llueva, los dejaré a que se sequen bien. Si no, lo que me ha pasado en ocasiones, es que la semilla ha cogido hongos o no ha estado del todo desarrollada. Y el año que viene veremos finalmente, si las semillas eran fértiles.
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