Uno de los grandes miedos cuando tenemos a nuestro cuidado diferentes cultivos es la mezcla de diferentes insecticidas con cobre, un fungicida muy utilizado en agricultura convencional y ecológica por sus extraordinarias propiedades para detener el crecimiento de hongos y, en algunos casos, bacterias.
Cuando se realiza una aplicación foliar, se intenta mezclar varios componentes para reducir costes y ganar comodidad. De ahí que surja la pregunta de si se puede mezclar cobre con insecticidas o incluso añadir fertilizantes a la mezcla.
Aunque la respuesta es complicada, dado el gran volumen de insecticidas que hay en el mercado y los diferentes países regulatorios, vamos a intentar ofrecer conceptos generales para entender cuándo se pueden mezclar y cuándo no.
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Características y compatibilidad del cobre
El cobre es utilizado desde hace muchísimos años en la agricultura, dado que tiene capacidad para reducir la multiplicación y desarrollo de un amplio grupo de hongos, algas y bacterias.Además, tiene efecto elicitor, lo que se traduce en que activa el mecanismo de defensa de las plantas, basado en rutas complejas de los vegetales para atacar a los hongos o aislar al patógeno y retrasar su avance.
Este elemento de la tabla periódica es un metal se conoce como óxido de cobre o cobre metal (II) y tenemos en el mercado diferentes formas de presentación:
Oxicloruro de cobre
Hidróxido de cobre
Sulfato de cobre
Cobres complejados: gluconato, heptagluconato, lignosulfonato, aminoácidos, etc.
Quelatos de cobre: el más conocido, el EDTA.
Mezclas con otros elementos, como el caldo bordelés. Los hay de concentraciones muy altas, hasta del 70% y otros cobres complejados con menos del 6%. Sin embargo, lo que importa no es la concentración de cobre del envase, sino la cantidad que logra entrar en el interior de la planta.
Los cobre complejados han demostrado ser una herramienta actual bastante exitosa para introducir una concentración pequeña, pero suficiente, de este elemento en el interior de la planta.
Además, suelen tener buena compatibilidad y generalmente se pueden mezclar con insecticidas.
¿Cuándo el cobre genera problemas?
Respuesta rápida: cuando entra demasiado cobre en el interior de la planta.Es decir, cuando se mezclan nutrientes bioestimulantes que aumentan la entrada de cobre en el interior de la planta tanto por vía foliar como radicular. Sin embargo, los mayores peligros de fitotoxicidad en este caso se encuentran en las aplicaciones foliares.
En este grupo englobamos los siguientes componentes:
Urea
Aminoácidos
Componentes orgánicos: monosacáridos (azúcares), ácidos carboxílicos, ácidos fúlvicos, etc.
Algas marinas y microalgas
Glicina-Betaína Todos estos y, seguro que nos dejamos alguno en el tintero, o bien complejan el cobre o bien aumentan su introducción en la planta. Por ejemplo, la urea aumenta la permeabilidad de la cutícula de la hoja, por lo que facilita la entrada de todos los elementos que acompañen a este tratamiento.
Lo mismo ocurre con los aminoácidos, algas marinas y otros componentes. Si mezclamos un cobre de alta concentración con estos elementos, es probable que en cultivos sensibles haya algún problema de fitotoxicidad.
Al menos se reúnen las condiciones para que así sea. De ahí que los cobres que contienen complejos o aminoácidos no suelen contener más de un 5-6% de cobre metal.
Resuelto esto, ¿se puede mezclar cobre con insecticida?
Sigamos.
¿Se puede mezclar cobre con insecticida?
En general, los insecticidas no aumentan la asimilación del cobre ni viceversa, por lo que, en la mayoría de las ocasiones, no existirá un problema de fitotoxicidad en la mezcla, salvo que claramente esté especificado en el insecticida.Por poner un ejemplo claro, en los frutales de hueso y pepita está protocolizado aplicar la mezcla de aceite de parafina + insecticida + oxicloruro de cobre 50%.
Este tratamiento está indicado para control de araña roja, anarsia, abolladura, piojo de San José y pulgones, aplicado previo a la floración. Entre los insecticidas se suelen utilizar piretroides, piriproxifen, fenoxicarb o fosmet, por ejemplo.
Fuentes de cobre con azufre
Sin embargo, hay que prestar atención a las formas de cobre que contiene azufre, como el sulfato de cobre, ya que si se aplica con altas temperaturas o poco después de haber aplicado un insecticida en base a aceite, como aceite de parafina, pueden existir incompatibilidades.Mantener un pH apropiado de la mezcla
Por último, la mezcla de cobre con insecticidas siempre debe quedar con un pH apropiado para el tratamiento foliar. Hablamos de un rango de 5 a 7,5 en términos generales.En este caso, hay que mantener el insecticida siempre en un rango estable de pH. No vale bajar o subir drásticamente su pH y después compensar hasta alcanzar el valor que deseamos. Esto puede producir la desnaturalización de los componentes del insecticida y hacer que no funcione o, peor aún, ocasionar una fitotoxicidad al cultivo.
Polisulfuro de Calcio
Por las características especiales de este producto acaricida, fungicida preventivo e insecticida, en general no es recomendable mezclarlo con cobre, ya que es bastante fuerte, por lo que suele recomendarse solo (sin mezclar con otros insecticidas o tratamientos).En resumen, se puede mezclar cobre con insecticidas prestando mucha atención al origen del insecticida y siempre y cuando no se añadan nutrientes con alto contenido en componentes orgánicos. Hay que controlar muy bien el pH del tratamiento y realizar una pequeña prueba de compatibilidad (1 o 2 árboles o plantas máximo) en caso de tener alguna duda.
En este tipo de casos, siempre hay que preguntar al especialista técnico o comercial de venta de insecticidas o cobres.