- Es importante tener en cuenta dónde se van a poner las plantas, ya que no es lo mismo dejarlas en un sitio donde les dé el sol todo el día que en un sitio más resguardado. Lo ideal es elegir la habitación más fresca y agruparlas para conservar mejor la humedad. Dejad que entre luz natural pero sin pasarse, porque el sol dará calor a las plantas y puede que seque a las más delicadas.
- Dejar de abonarlas unas semanas antes de irte y quitar las flores que puedas para detener un poco su crecimiento y que aguanten mejor sin agua. Esto no las matará, sólo desacelera su metabolismo. Justo cuando te vayas a ir, sumergir las macetas en agua durante 30 minutos para que la tierra absorba el máximo líquido posible de modo natural. A continuación, déjalas que escurran para que no se pudran las raíces por exceso de líquido.
-Una vez hayas llevado a cabo ese proceso, ponerlas juntas para que se conserve mejor la humedad. NUNCA dejar las macetas dentro de una bañera llena de agua ni en un balde con agua, porque morirán por exceso de humedad.
Este sistema sirve para una semana de ausencia.
CUIDADOS para vacaciones más largas
Acolchado: Cubrir la tierra con cortezas, con grava o con piedrecitas o guijarros, para que la humedad se conserve durante más tiempo.
Cordón de riego: Introduce una tira de tela de algodón en la tierra de la maceta y el otro extremo en un cubo o en una botella con agua. La planta absorberá el agua según se vaya secando la tierra a través del cordón. Este sistema permite que una planta mediana sobreviva hasta un mes con dos litros de agua.
Bolsa de plástico que conserva la humedad: Permite que la planta aguante hasta 10 días sin regar. Tienes que cubrir la planta con una bolsa de plástico (hace las veces de terrario) evitando que toque las partes verdes (las quema) y las flores (necesitarás poner unos palos o alambres que sostengan la estructura). A continuación, hacer varios agujeros para que la planta respire. Para retirar la bolsa, lo primero que tienes que hacer es abrirla y dejar a la planta reposar varios días sin moverla para que se aclimate a las nuevas características ambientales.
Gota a gota casero: Llena una botella de plástico con agua (poner una cantidad razonable en función del tiempo que vas a estar fuera), taparla y hacer un agujero en el tapón. Darle la vuelta y clavarla en la tierra para que, poco a poco, vaya tomando el agua que necesita. Existen en el mercado dosificadores para adaptar mejor este sistema, así como regadores automáticos, entre otros.
De todas formas estos sistemas no son infalibles, siempre es bueno encomendarle a algún conocido o vecino que les eche un ojo cada tanto.