Ahora que hemos alcanzado el mes de mayo podemos empezar a plantar nuestros ansiados tomates.
El tomate es un cultivo de estación cálida, sensible a las heladas, por ello si los plantamos antes de tiempo corremos el riesgo de perderlos.
Si no hemos realizado semilleros de tomate, podemos adquirirlos en plantel. Las opciones, en cuanto a la variedad, son amplias, y aquí van algunas de ellas:
Tomate en rama, de pequeño tamaño y piel fina, apreciado sabor y textura, además se conserva muy bien.
Tomate de pera, adecuado para elaborar conservas, debido a su sabor y aroma.
Tomate canario, muy rojo y redondo, de sabor dulce. Se suele utilizar para untar el pan de tostadas.
Tomate cherry, que tiene un sabor afrutado y se utiliza más bien como elemento decorativo de platos y en ensaladas.
Tomate verde, de color poco intenso, esconde una pulpa dura y es muy apreciado para ensaladas.
Tomate de Monserrat, de aspecto lobuloso y achatado, es muy aromático y sabroso e ideal para ensaladas.
Tomate raf, muy parecido a los de Monserrat, pero con más pulpa, también ideal para ensaladas.
A TENER EN CUENTA:
El marco de plantación o espacio recomendado para cada planta es de 60x50 cm aproximadamente
A las tomateras les ayuda en su desarrollo el compost. Habrá que abonar cuando la planta agarre en el terreno y comience a crecer.
Es fundamental realizar podas para que la planta esté bien ventilada y no tengamos problemas de hongos.
Las matas de tomate requieren un soporte para crecer verticales, para ello podemos emplear estacas o cañas que sirvan de tutor o guía a las que sujetaremos las tomateras.
Es recomendable el aporcado: Técnica que consiste en arrimar tierra al tallo de las plantas, potenciando la capacidad de emisión de raíces por el tallo, lo que permitirá que la planta quede mejor anclada al suelo además de tener una mayor capacidad para nutrirse.
Requieren de un riego regular pero no excesivo
Existe también la interesante opción del acolchado: cubrir la tierra de alrededor de la planta con paja o ramas finas y secas: esto evitará la expansión de malas hierbas alrededor de la mata y mantendrá más la humedad en la zona de las raíces evitando la evaporación.
El tomate será mejor en cuanto a calidad y sabor si lo dejamos madurar en la propia planta antes de consumirlo.
Por último un pequeño truco: introducir una hoja de ortiga fresca cercana a las raíces en el momento de la plantación acelerará el crecimiento de la planta y aumentará su vigor y sus defensa frente a posibles plagas y enfermedades.
El tomate no es un cultivo especialmente sensible a las plagas, aunque sí a las enfermedades producidas por hongos. Entre las plagas y enfermedades que pueden atacarlo destacan:
-Pulgón: no es una plaga excesivamente peligrosa por los daños directos que produce sino por que es un vehículo de transmisión de virosis, si el ataque es leve puede controlarse pulverizando la planta con una infusión de ajo 2 veces por semana, si el ataque es más serio, es necesaria la pulverización con jabón de potasa
-Mildiu: es el principal problema con el que podemos encontrarnos al cultivar tomates, es una enfermedad producida por un hongo cuyos síntomas podemos observar por la aparición de manchas de color marrón-amarillo. Podemos prevenir esta enfermedad mediante la pulverización semanal de las plantas decocción de cola de caballo.
SALUD!!