El clavel es un género compuesto por más de 250 especies diferentes, entre las que destacan por su popularidad el Dianthus barbatus, el caryophyllus, el chinensis o el deltoides.
Descripción
» La floración del clavel. Los continuos cruces que se han ido realizando entre las distintas variedades han hecho que, hoy por hoy, la mayoría de los claveles tengan una floración continua, siempre y cuando la temperatura no baje de los 10º C. Los colores más comunes son el rosa, el blanco y el rojo. Nacen en grupos de una a cinco flores, con pétalos dentados y cáliz con dientes triangulares.
» En función de la especie puede ser anual (sólo viven un año) o vivaz (duran varios años). De base leñosa, sus tallos que pueden alcanzar los 90 cm.
» Las hojas del clavel son de carácter perenne, lineares, blandas y planas, con base envainadora.
» Puede presentar tres tipos de flores en función de su tamaño: la 'standard' o 'uniflora', más grande, y las 'mini' o 'spray', conocidas en España como 'clavelina' y 'micro'.
Cuidados
» Riego. El clavel necesita riegos constantes pero en cantidades moderadas, ya que podemos llegar a pudrir sus tallos. En primavera y verano, lo haremos diariamente.
» Luz. A pleno sol, es una planta que necesita mucha luz para desarrollar flores grandes y vigorosas.
» Tipo de suelo. Se recomienda que sea poroso y rico, con un buen drenaje. Además, la mayoría de las especies requieren tierras calcáreas.
» Multiplicación. Se realiza a través de esquejes bien entrada la primavera. En el caso de las bienales, el cultivo comenzará a principios de verano. Si hemos de realizar trasplantes, el momento más adecuado será en otoño. También es posible reproducirla mediante semillas en primavera; suelen germinar a las tres semanas.
» Abonado. En este apartado, el clavel es una planta que necesita un importante aporte de nutrientes. Durante los meses de calor, aplicaremos una dosis de abono una vez por semana. El resto del año, basta con hacerlo de forma mensual.
Curiosidades
» Es una de las flores más representativas de España. Durante la Semana Santa, es la más popular en los pasos religiosos, dada su vistosidad y el buen aguante de su flor cortada.
» Gracias al pinzamiento podemos conseguir flores más grandes, pero si lo hacemos muy alto serán demasiado débiles. Conviene hacer dos distintos, uno por encima del cuarto nudo, y otro pinzamiento a los dos meses sobre el tercer nudo.
» Se trata de una planta sensible a enfermedades como la roya, que provoca la aparición de manchas tanto en las hojas como en el tallo y suelen aparecer en épocas templadas, como el otoño y la primavera.
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