En esta publicación queremos compartir con ustedes algunos consejos fundamentales para evitar que nuestras plantas enfermen o mueran.
Consejos para evitar las enfermedades o muertes prematuras en nuestras plantas
1. La exposición solar o intensidad de la luz que necesita cada planta no es igual para todas. Debemos conocer muy bien las necesidades lumínicas de cada una para evitar marchitez o quemaduras. Un ejemplo clásico son los helechos: existen helechos que toleran sin problemas el sol directo durante muchas horas en el día pero otros, con solo unos minutos de sol intenso, se marchitan y se queman sus hojas.
2. Ten mucho cuidado a la hora de regar las plantas y con qué frecuencia. Un exceso de humedad puede conllevar a pudriciones y una escasez, a marchitez permanente y muerte. Debemos conocer las necesidades de agua y cada cuanto tiempo la necesita cada planta. Ejemplo: Muchos cactus solo necesitan un riego quincenal e incluso mensual; muchos helechos necesitan agua diaria.
Cactus (Ferocactus sp) siendo atacado por hongos en una de sus crestas
3. La calidad del sustrato en donde crezcan nuestras plantas es fundamental para la salud de estas. Existen plantas que necesitan suelos encharcados (ejemplo: algunas especies de Iris), algunas necesitan el sustrato siempre húmedo y otras deben crecer en sustratos más secos. La permanencia de la humedad en la tierra o troncos (plantas epífitas) marca la diferencia entre plantas saludables y plantas atacadas por hongos que provocan pudriciones mortales.
4. Los abonos químicos o naturales ayudan grandemente a todas las plantas y provocan floraciones espectaculares y crecimientos acelerados. El problema está, en que un exceso de abono en nuestras plantas, es mortal y las quemará en pocos días. Los abonos que más daños provocan en exceso, son los químicos. Tener en cuenta en que época abonar a cada planta y que abono utilizar.
5. La poda es fundamental para la salud de muchas plantas (existen plantas que no necesitan poda). Eliminar ramas antiguas y flores secas incentivará el crecimiento y evitará la aparición de hongos en las flores en descomposición, que atacarían a la planta en el futuro. Muchas plantas necesitan una poda anual para beneficiar la ramificación de sus tallos y estética.
Oruga de la polilla (Alabama argillacea) más dañina que ataca las plantaciones de algodón (género: Gossypium) y provoca pérdida de millones de dólares
6. Debemos vigilar con frecuencia a nuestras plantas para evitar la aparición de plagas como los molestos pulgones, cochinillas, babosas, ácaros, chinches, caracoles y orugas. Estas plagas pueden destruir en unos días una planta que le ha tomado años para crecer, e invadir otras plantas del jardín. Es inevitable que aparezcan en algún momento, pero si estamos preparados, las eliminaremos con rapidez.
7. Cuidado con algunas aves; muchas son capaces de devorar las semillas de tu huerto e incluso alimentarse de tus plantas. Un ejemplo: El gorrión doméstico o pardal (Passer domesticus) es amante de agujerear las hojas carnosas de muchas plantas suculentas y dañarlas gravemente. Otras aves pueden devorar todas las semillas recién sembradas en la tierra. Recomendamos utilizar algún tipo de espantapájaros y para alejar los gorriones, podemos utilizar cáscaras de huevos, no rotas, con algún dibujo (se rompe un huevo por una pequeña región; se extrae la yema y la clara; sujetamos la cáscara con ayuda de un trozo de madera, pintamos con un marcador una cara en la cáscara y las ubicamos alrededor de nuestras plantas).
Planta Flor de Sangre (Asclepias curassavica) siendo atacada gravemente por pulgones y una oruga
8. El trasplante puede ser mortal para las plantas si lo realizamos sin experiencia y cuidado. Las raíces pueden ser dañadas y provocarán que las plantas mueran en pocos días. Este método debe realizarse con delicadeza y precisión.
9. Las herramientas que utilicemos para todas las tareas del jardín deben desinfectarse antes y después de usarse. Si usamos herramientas contaminadas podemos transmitir virus, esporas de hongos y bacterias a nuestras plantas. Generalmente las enfermedades bacterianas y virales no tienen cura y son fatales. Ten mucho cuidado.
10. Cuidado con el agua que utilizas para regar tus plantas. Concentraciones de cloro muy elevadas pueden ser fatales. El riego con agua de lluvia es el ideal. Puedes colectarla utilizando envases cuando llueva y almacenarla en botellas plásticas.
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