El daño que causan los topos en el jardín, atañen a secando los árboles y levantando el césped, resulta enorme. (Conoce una planta espanta topos en este reportaje)
Se trata de incómodos huéspedes difíciles de echar de nuestro terreno. Pero no hay que perder la esperanza porque cada vez existen en el mercado más métodos específicos para acabar con estas plagas que, junto con las tácticas tradicionales, nos darán el éxito en la misión de salvar nuestro jardín.
Conocer los topos en el jardín y su comportamiento supone el primer paso para poder librarnos de ellos.
(Imagen/ Flickr: zenera)
El topo y su modo de vida
Son animales insectívoros que se alimentan de los gusanos y larvas que hay en la tierra y, aunque nuestros árboles se sequen cuando sufrimos esta plaga, no se debe a que se alimenten de raíces.Los topos, en una actividad frenética, crean galerías subterráneas en busca de su alimento. Estas atraviesan en muchos casos las raíces de los árboles segándolas y privando a la vegetación de su modo de subsistencia.
Los pequeños mamíferos se emplean con absoluta entrega a cavar las toperas llegando a hacer de 10 a 15 metros de galería en una hora. No expulsarlos a tiempo puede resultar desastroso.
Hay que diferenciar a los topos de los topillos. Estos últimos, roedores y herbívoros, salen por las noches a la superficie y se alimentan de las hojas, frutos y tallos de nuestras plantas.
Se convierte en prioritario saber identificar bien cuál es el problema pues de ello dependerá el método de control que utilicemos.
Los topos cuentan con un excelente olfato que les permite perseguir a sus presas debajo de la tierra sin usar la vista.
Consumen una gran cantidad de alimento (igual a su peso) y no pueden sobrevivir ni un día sin alimentarse por lo que recorren la distancia que sea necesaria para poder comer.
Las toperas suelen ser visibles en primavera y otoño porque durante las estaciones húmedas los gusanos son más abundantes y los topos se pueden alimentar cerca de la superficie sin problemas.
Durante el invierno y el verano, en los periodos más fríos o secos cavan más profundo, al ser más costoso conseguir el alimento, por eso en estas épocas nos puede resultar más difícil saber que sufrimos esta plaga.
(Imagen/ Flickr: David Reber's Hammer Photography)
Métodos de control
A la hora de elegir un sistema para sanear nuestro jardín o huerto aparece como prioritario tener presente algunas consideraciones:La primera, no olvidar que estamos ante un animal protegido por lo que siempre serán preferibles métodos que los hagan huir, pero que no los maten.
La dimensión del terreno y la existencia de mascotas en casa son factores también a tener en cuenta. Debemos elegir sistemas de control que se ajusten a la superficie afectada y que no perjudiquen a nuestros animales de compañía.
Técnicas caseras:
(Aprende a hacer un ahuyentador de topos en este post).
A veces resultan menos eficaces, pero todo depende de la gravedad de la plaga. No obstante siempre es recomendable probar primero con estos métodos al resultar más económicos y no eliminar al animal.
El olfato aparece como uno de los sentidos más desarrollados del topo y, como ya hemos explicado, lo usan para llegar hasta sus presas. Unos de los sistemas que podemos probar se aprovecha de esta característica.
Se trata de poner trapos empapados en gasolina en la entrada de las toperas o bolitas de alcanfor o naftalina dentro de las galerías (retirando los montones de tierra de la entrada y buscando el agujero).
(Imagen/ Flickr: mikemole)
A los topos les resultan excesivamente desagradables estos olores y huyen del lugar.
También podemos introducir la boca de botellas vacías en la madriguera. Conseguiremos que se produzca eco, lo que asusta al mamífero y hará que abandone el lugar.
Métodos avanzados: Los sistemas de control que encontramos en el mercado son muy variados.
Las trampas para topos los cazan, pero no los hacen desaparecer. Una vez capturados, tendremos que soltarlos en el monte por lo que si vivimos lejos puede que no resulte la mejor opción.
Existen empresas que comercializan ahuyentadores electrónicos. Estos aparatos, en forma de tubo alargado, funcionan con pilas y son de pequeño tamaño. Enterrados en la tierra emiten ultrasonidos insoportables para los topos, pero inofensivos para el ser humano o para nuestras mascotas, a la vez que tampoco afectan a las plantas.
(Imagen/ Flickr: David Reber's Hammer Photography)
Los precios varían según las marcas y su radio de acción. Para los pequeños jardines de chalés podemos encontrarlos por unos 30 ó 40€, pero lo mejor es informarse en la misma tienda.
También existen venenos que matan la plaga, pero éstos deben aparecer como la última opción y para casos muy extremos por tratarse de una especie protegida y por perjudicar a nuestras mascotas.
Una vez que hayamos conseguido deshacernos de los intrusos, hay que asegurarse de que no vuelvan manteniendo el método que los ha repelido unas semanas más después de su desaparición.
- Conoce las plagas más comunes de nuestro jardín en este reportaje.