Cereus peruvianus, actualmente clasificado como Cereus repandus, es un cactus de la familia familia Cactaceae. De hecho, físicamente es el clásico cactus de aspecto verde, brazos redondeados y forma de candelabro.
Hablamos de todoterreno como una característica propia de la mayoría de plantas que pertenecen a esta familia, pero con la posibilidad en este caso de poder cultivar el Cereus tanto en el interior de casa como en el exterior.
Este cactus está especialmente indicado cuando queremos decorar un espacio del jardín de bajo mantenimiento y requisitos hídricos, como un jardín de rocalla. También queda especialmente bien en zonas cercanas a la piscina y decoración de casas de estilo mediterráneo (paredes blancas y encaladas).
En otras partes del mundo, como latinoamérica, Cereus peruvianus (Cereus repandus) es conocido como cactus de la manzana peruana, y es que se denomina así por producir frutos comestibles.
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Características de Cereus peruvianus
El origen de este cactus procede de América del Sur. De aspecto clásico, produce tallos de color verde grisáceo que, con el paso de muchos años, pueden superar hasta los 10 m de altura (o incluso más). Sus tallos, de aspecto cilíndrico y muy alargados, con forma de candelabro, pueden medir un diámetro medio de 10-20 cm de grosor.Floración de Cereus
Otro aspecto interesante de Cereus peruvianus (Cereus repandus) es que produce grandes flores de color crema que únicamente se abren durante la noche. Hay que estar pendientes si no queremos perdernos este espectáculo de la naturaleza.Debido a este fenómeno, si cultivamos este cactus por sus frutos, suele polinizarse gracias a la ayuda de pequeños animales nocturnos como polillas o murciélagos, habituales en este tipo de planta (al igual que en la pitaya).
Producción de frutos
Sus frutos son comestibles, no poseen espinas y son conocidos como manzanas peruanas. El color de los frutos puede variar de rojo violeta a amarillo. La carne de su interior es comestible, tamaño pequeño y color blanco, con semillas de textura crujiente.![Frutos de Cereus peruvianus](http://estag.fimagenes.com/imagenesred/2601275_0.jpg?1)
Cultivares
Dentro de la especie Cereus peruvianus, el cultivar más conocido y utilizado por sus propiedades ornamentales es Cereus peruvianus var. ‘Monstrosus’. Este cultivar alcanza menos tamaño que la especie de origen, pero produce tallos más gruesos y frutos de mayor tamaño y sabor.Guía de cuidados de Cereus peruvianus
Al ser un cactus de bajo mantenimiento, Cereus peruvianus ofrece un amplio abanico de zonas donde se puede cultivar, tanto en exterior como en el interior. Sin embargo, dado la gran altura que alcanza, solo podremos cultivar como especie de interior, en macetas, durante los primeros años de vida. Su crecimiento es bastante lento.Resumen:
Luz: mayor disposición a la luz (incluido Sol directo) posible. Más de 8 horas de luz intensa diaria.
Temperatura: rango muy amplio de temperaturas. Prefiere ambientes muy calurosos en verano y suaves en invierno.
Humedad: ambientes secos y calurosos, con humedad media anual por debajo del 60%. Convive perfectamente en ambientes costeros.
Sustrato: muy drenante, formado por perlita, fibra de coco y arenas.
Riego: muy escaso, espaciado (dejar secar sustrato) y poca cantidad.
Fertilizantes: granulado sólido aplicado en baja dosis durante la primavera y el verano.
Plagas: cultivado en exterior, vigilar la presencia de cochinilla algodonosa.
Climatología (luz, temperatura y humedad)
Los cactus y las plantas suculentas han desarrollado una gruesa capa de piel que le protege del Sol y de la pérdida de humedad. Por eso, este tipo de cactus se cultivan a pleno Sol. Mucha iluminación durante la mayor parte del día sin obstáculos de sombra de otras plantas, viviendas o vallas.En el interior de casa, lo ubicaremos en la zona más iluminada posible. Aunque no reciba directamente los rayos solares, crecerá de forma óptima. Un ejemplo de que puede necesitar más luz de la que recibe es cuando se inclina ligeramente hacia la zona de luz, significará que requiere más luz de la actual.
Frente a esta inclinación, rota la maceta para que todas las partes de la planta reciban la misma disposición solar.
Tipo de sustrato
La mayoría de los cactus no han desarrollado un sistema radicular fuerte, siendo la parte más sensible de la planta en esta familia. Cualquier exceso de humedad favorece una pudrición rápida que empieza por la raíz y luego asoma rapidamente por la base del tallo. Pocas probabilidad de sobrevivir cuando detectamos el problema.Los cactus se riegan muy, pero que muy poco. Muchas veces, la propia humedad del ambiente o incluso la pulverización foliar de cactus del interior es suficiente para sobrevivir. Recuerda que, en el caso de Cereus peruvianus, la humedad está en sus tallos.
Por tanto, el sustrato más recomendado para esta planta y el resto de cactus es aquel que guarde poco la humedad, por lo que se tiende a mezclar arenas con perlita, un poco de fibra de coco, etc.
Este sustrato cuenta con muy buenas valoraciones dado que está formado por una mezcla de turba, fibra de coco, perlita y material compostado, guardando una buena relación entre retención de agua y aireación.
Cuando se cultive en macetas, si notas que el tronco roza con los bordes del recipiente o está muy cerca, es recomendable realizar el trasplante del cactus a uno mayor.
Riego
Siguiendo el hilo del punto anterior, el riego se limita al mínimo. Si se cultiva en el jardín, el riego puede ser más frecuente, dado que el terreno tiene más capacidad de evacuar el sobrante de agua. En otoño e invierno no regaremos nada (podemos aplicar un pulverizador foliar 1 vez por semana) y en primavera y verano, 1 vez cada 8-10 días.Si lo cultivamos en macetas, al reducirse la vía de evacuación de agua, regaremos con menor frecuencia y cantidad. Siempre se regará después de que el sustrato esté completamente seco. Nada en otoño e invierno y 1 vez cada mes en primavera y verano.
¿Cantidad de agua? 20 veces inferior al volumen de la maceta.
Fuente: public.asu.edu
Uso de fertilizantes
Es recomendable recuperar las reservas del suelo aplicando un fertilizante, pero únicamente en el periodo de crecimiento (primavera y verano) y en muy baja cantidad.Para Cereus peruvianus, el fertilizante más recomendable es el sólido, ya que se libera lentamente a través de la humedad ambiental o el agua de riego y es muy cómodo de aplicar.
Los cactus requieren todos los nutrientes habituales de las plantas, pero especialmente nitrógeno, magnesio, potasio e hierro. Tanto nitrógeno como magnesio e hierro están vinculados al color verde de la planta (favorecen la producción de clorofila), por lo que un cactus expuesto a la luz y con clorosis probablemente necesitará estos nutrientes.
En cambio, el potasio regula la hidratación del cactus, muy importante para mantener los tallos perfectamente formados.
Para cactus pequeños en maceta, una dosis de 10-20 gramos 1 vez al mes a mediados de primavera y todo el verano es más que suficiente. Para Cereus peruvianus con tamaño superior a los 2 metros, aportar 100 gramos alrededor del tallo central 1 vez al mes en primavera y verano.
Problemas relacionados con su cultivo
Exceso de humedad en el sustrato
El riego excesivo es un problema común con el que se encontrará, ya que el 95% de las plantas de este tipo se pudren en lugar de secarse.Como consejo adicional, siempre recomendamos a los menos expertos en el cuidado de cactus que rieguen 5-7 días después del día que tenían pensado regar. Algo así como adelantar el reloj para evitar llegar tarde a los sitios.
Un cactus con síntomas de pudrición es extremadamente complicado de solucionar. Una pudrición que asciende desde la raíz a la parte baja del tallo dificulta la aplicación de fungicidas y la rapidez del avance de la pudrición termina con la planta en pocos días.
Ante este síntoma, prueba a oxigenar el sustrato haciendo agujeros con un palillo, secar el sustrato y aplicar fungicidas (Fosetil Aluminio) o formulados de cobre.
Plagas más habituales
Los cactus son un verdadero manjar para un gran número de cochinillas, en especial la cochinilla algodonosa. Son insectos inmóviles que succionan la savia y debilitan lentamente la planta.Si solo tienes un cactus, la limpieza con alcohol empapado en un trapo de algodón, frotando por todos los tallos eliminará con relativa facilidad la plaga.
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