Una buena combinación de plantas y flores es fundamental para lograr un jardín hermoso. El jardín necesita de contrastes para no parecer triste, pero si el jardín está sobrecargado de contrastes estos dejarán de ser efectivos.
Colores complementarios crean diferencias visuales que el ojo reconoce fácilmente. Muchos jardineros están apegados a los tonos suaves y pasteles, por ejemplo, rosas, celestes, lilas creando un ambiente tranquilo y relajante en sus plantas y flores. Los colores más calientes, tales como el amarillo, rojo y naranja tienen un impacto visual tan fuerte que tienen la tendencia de dominar si no se usan de forma diseminada o balanceada .Es muy difícil hacer una transición suave entre un color caliente, brillante y un color frío y suave.
Una buena regla es evitar usar caliente con suave. Colores calientes y fríos pueden contrastar, pero es engañoso. Tonos más suaves de rojo son una excelente forma e transición entre áreas calientes y suaves, y nuestro mejor aliado para mezclar plantas y flores es el blanco. ¡El blanco va con todo!
Recuerda, el verde también es un color. En un área con sombra, los mejores contrastes de color son usualmente los diferentes colores de follaje. Cuando pensamos en color, tenemos la tendencia a pensar únicamente en flores, pero el follaje, tallos y frutos también, son grandes maneras de usar el color en el jardín.