Tener un jardín zen en la azotea es lo mejor que puedes hacer si eres fan de seguir las nuevas tendencias. Su capacidad para aportar quietud y serenidad al hogar es enorme, por eso están cada día más demandados. Sin embargo, no es sólo el entorno doméstico el mejor lugar para ubicarlos. He aquí un ejemplo sorprendente: esta azotea de un edificio de oficinas se ha convertido en un paraje zen de belleza en equilibrio.
Sobre la idea de hacer un jardín zen en la azotea y diseño de Krea Design, Arte y Paisajes Urbanos S.L. ha realizado la obra y asesorado en los materiales a elegir. El resultado es espectacular.
A continuación, destacamos algunas de las características y condicionantes para hacer un jardín zen en la azotea
1. Extensión del espacio: 300 m² aproximadamente.
2. La falta de suelo: todas las plantas tienen que ir en maceta.
3. Carga del suelo: no se pueden utilizar materiales pesados para no sobrecargar la estructura del suelo.
4. Accesos: el único modo de hacer llegar los materiales es con grúa desde el aparcamiento hasta la azotea.
5. Agentes climatológicos: las plantas han de soportar temperaturas extremas y vientos fuertes. Al vivir en maceta, la raíz es más sensible a los factores adversos.
Materiales empleados
Grava volcánica. Marmolina blanca. Pizarra de cuarcita. Bloques de pizarra negra. Fuente (Sisiodosi). Bolos de musgo. Sustrato. Macetas. Tarima de madera. Iluminación. Arlita para drenaje. Sistema de riego automático localizado en las plantas. (Aprende a instalar tu sistema de riego automático con este reportaje)(Imagen/ Flickr: Stéfan)
Material vegetal (destacados)
Bambú. Tejo. Nandina domestica. Salís caprea. Corylus contorta. Gramíneas variadas (Miscahthus, Carex, Calamagrostis sp.). Arce japónica. Juniperus horizontales. Scyadopitis verticil. Russelia equisetifor. Cyca revoluta.Descripción del ajardinamiento
La función primordial de un jardín zen es la de convertirse en un lugar de relajación. Si además, como es el caso, se trata de un espacio ajardinado de unas oficinas, con más motivo su uso y contemplación debe transmitir calma. Para ello se han seguido las normas y principios del jardín zen: colocación y orientación de las rocas, paseos, decoración... El espacio viene marcado por dos grandes rectángulos de marmolina blanca, delimitados por pizarra, en contraste con el resto del suelo que es de color oscuro. Dentro de ellos, se sitúan grupos de tres rocas formando 90º, acompañados de plantas y los surcos realizados con grava, círculos concéntricos hechos con la propia marmolina.En las esquinas, fuera de estos rectángulos, hay grandes lajas de pizarra de cuarcita, colocadas de pie y rodeadas por vegetación. Donde ha sido posible se han enterrado los tiestos para que parezca que la planta sale de la propia grava. Hay un elemento de agua, para que exista un ruido de agua en el jardín: la fuente típica oriental llamada sisiodosi.
(Imagen/ Flickr: twandy)
Descripción de los trabajos realizados
1.Instalación de la tarima de madera y preinstalación de luz y agua. Se marca en el suelo el replanteo del jardín.2. Tal y como nos describen desde Arte y Paisajes Urbanos: "después, fuimos a subir todo el material a la azotea, con una grúa".
3. Se comienza por los bloques de pizarra negra, los bordillos de los dos rectángulos y el arco perimetral de madera.
4. Se extienden las gravas, cada una en su espacio y se replantean los tiestos en su lugar, pegándolos al suelo para evitar que, por algún accidente, puedan volcarse o rodar.
5. Se instalan los emisores del riego y la luz. Se colocan los bolos y lajas de pizarra y musgo. (Cómo hacer que salga musgo en nuestros jardines en este post)
(Imagen/ Flickr: Contando Estrelas)
6. La fuente es un aparato típico oriental denominado sisiodosi. Consta de un bambú en forma de poste vertical. De un orificio de éste sale el agua a modo de cascada y cae en otro bambú hueco por dentro colocado perpendicularmente. Este último, al ir llenándose de agua por el peso, bascula y la hace caer a un depósito. Así, vuelve la caña a su posición inicial y recoge el líquido otra vez, para repetir el proceso continuamente.
Es una fuente de circuito cerrado, no gasta agua y lleva en el depósito la bomba que eleva el agua al extremo del bambú vertical. El depósito se ha tapado y se han cultivado plantas para hacer más natural el entorno.
- En este reportaje te mostramos los detalles para la construcción de una fuente de agua.
7. El siguiente paso es la plantación: se llenan los tiestos con base de arlita y sustrato de exterior. Se termina creando los parterres con montañas de marmolina, que se rastrillan sobre la misma grava trazando círculos concéntricos.
Debido a los condicionantes antes mencionados, las labores de mantenimiento y conservación de este jardín se hacen indispensables ya que hay que renovar el material vegetal cada cierto tiempo.