En el siguiente post te enseñamos cómo puedes cultivarlo en casa. Además, te enseñaremos cuáles son sus propiedades clave y 3 recetas para que le des un toque diferente a tus platos.
El jengibre que vamos a cultivar lo podemos obtener de cualquier supermercado. Es importante que no tenga arrugas, no esté blando o tenga moho. Además, debe tener algún brote verde. Si el vuestro no lo tiene, no os preocupéis, solo tenéis que ponerlo en un bol con agua a temperatura ambiente y dejarlo durante toda la noche.
Bien, una vez que tengamos nuestro jengibre con algún brote verde debemos plantarlo en nuestra maceta. Te recomendamos que esta tenga unos 40 cm de profundidad y sea lo más ancha posible. Debemos rellenarla con ¼ de abono o humus de lombriz y ¾ con tierra ecológica. Asimismo, la tierra debe estar esponjosa y bien aireada.
El jengibre es una planta que no necesita que la reguemos con una gran cantidad de agua, pero la tierra siempre debe estar húmeda. Lo mejor es poner un plato debajo de la maceta y echarle agua periódicamente.
Durante la primera etapa de desarrollo, mantendremos el jengibre en una zona donde reciba poca luz y a una temperatura de 20ºC aproximadamente. Debemos evitar temperaturas inferiores a 10ºC. Tras 10 meses más o menos ya podremos cosechar el jengibre. La clave es que las hojas tengan un tono amarillento.
Pero ¿por qué debemos cultivar jengibre? Te contamos 5 propiedades de esta planta que te convencerán para hacerlo.
1. Es un remedio natural para aliviar el malestar estomacal.
2. Evita el mal aliento. Para ello, rallaremos un poco de jengibre, lo añadiremos al agua y de vez en cuando, beberemos la mezcla. Gracias a esto notaremos nuestra boca más fresca.
3. Alivio contra el estrés gracias a su contenido en cineol que produce una sensación de calma.
4. Previene y reduce las migrañas porque bloquea los efectos de la protasgladina, una sustancia que causa la inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro.
5. Tiene propiedades antiinflamatorias por lo que es una opción para disminuir el dolor en las articulaciones.
Estas son unas pocas de las muchas propiedades que tiene el jengibre, porque también es bueno para la congestión, la salud de los ovarios o la mejora del flujo sanguíneo.
Si te hemos convencido pero aún no sabes cómo consumirlo, te proponemos 3 recetas: ¡toma nota!
La primera de ellas es una bebida que te ayudará a perder peso. Para ello necesitamos:2 toronjas, 5 cucharadas de jengibre, un litro de agua y, además, podemos añadir un poquito de miel para endulzar la mezcla.
El modo de preparación es el siguiente:
Hervimos agua durante 5 minutos y le añadimos el jengibre. Lo dejamos reposar durante 10 minutos ,filtramos el líquido y lo mezclamos con el zumo de las dos toronjas. Podemos añadirle miel para endulzarlo. Para consumirlo ingeriremos una taza en ayunas y lo demás lo tomaremos después de cada comida.
La segunda receta que te traemos es ideal para catarros y resfriados. Para ello debemos cocinar dos rodajas de raíz de jengibre durante 10 minutos. Utilizaremos miel si queremos endulzarlo y daremos pequeños tragos durante el día hasta que se nos pase el resfriado.
Nuestra última receta es muy útil para la falta de apetito. Debemos mezclar un gramo de jengibre rallado con jugo de limón y miel y ponerlo a hervir. Una vez lo tengamos, lo almacenamos en una botella y lo tomaremos 3 veces al día.
A parte de estas recetas existen muchísimas más, cada una de ella con unas ventajas y propiedades...
Así que no lo pienses más y ¡anímate a cultivar jengibre!