Cómo regar el césped
Aunque se suele decir que el césped necesita 20 litros por metro cuadrado a la semana, concretar qué cantidad de agua y qué tiempo de riego exacto es necesario para tener un césped en condiciones no es posible, porque depende de condiciones tan dispares como las características del jardín, el tipo de césped o de la climatología del lugar donde se encuentra ubicado. Sin embargo, sí podemos hacer algunas especificaciones de carácter general, como son las siguientes:
- Hay que regar con una cantidad adecuada de agua, esto es, no podemos hacerlo a un ritmo mayor del que el suelo es capaz de absorber. Y es que el terreno puede ser más o menos seco, más o menos arcilloso o arenoso, con mayor o menor capacidad de drenaje, etc., por lo que, insistimos, tendremos que adecuar el caudal al ritmo que el suelo puede absorber el agua. El objetivo es conseguir que la tierra quede bien humedecida tras el riego, pero no encharcada, teniendo en cuenta que debemos utilizar más agua en tierras arenosas y menos en las arcillosas.
- La mejor hora para hacerlo es a primera de la mañana. Si no es posible, también se puede hacer a última de la tarde, aunque en esta franja se favorece la aparición de hongos. Es fundamental que el sol no incida con fuerza porque podría quemar el césped al hacer 'efecto lupa' cuando sus rayos traspasen las gotas de agua. Además, en las horas centrales del día, el agua se evapora antes y perdemos efectividad. Así pues, a primera hora del día, perfecto.
- En un suelo de características normales, regaremos un día sí y uno no en primavera, diariamente en verano, dos veces a la semana en otoño y una vez cada tres semanas en invierno.
- En cuanto al método, podemos utilizar manguera o riego automático a través de aspersores o difusores. La manguera está en desuso porque necesita de nuestro tiempo y presencia, aparte de que no garantiza un riego uniforme, por lo que la aspersión se alza como la mejor opción. Hoy nos centraremos en las bondades de la aspersión oscilante, ya que estos pulverizadores aseguran el riego de forma continua y altamente precisa, evitando que se formen charcos.
El riego de superficie para el césped y la aspersión oscilante
El riego de superficie a través de aspersores es el sistema más utilizado para regar el césped puesto que ofrece un riego homogéneo, nos ayuda a ahorrar porque emplea el agua necesaria -no más, ni menos- y a la vez nos permite destinar nuestro tiempo libre a otras tareas que nos resulten más gratificantes.
En el mercado podemos encontrar distintas soluciones como los aspersores estáticos, oscilantes, giratorios, intermitentes, etc., pero ¿qué ventajas ofrece el sistema oscilante? No hay duda de que el mejor riego para el césped, para los jardines, huertos y campos, es la lluvia que provee la naturaleza. En este sentido, el riego por aspersión oscilante es el que ofrece las características más similares a la lluvia porque utiliza un brazo que se apoya en el suelo y que oscila, lanzando de arriba abajo un abanico de agua que cae de forma suave y natural sobre la pradera, al contrario de otros aspersores que producen un mayor impacto sobre el césped y la tierra. Así, por un precio muy reducido podremos disfrutar de un práctico sistema de riego eficaz, preciso, cómodo y fiable.
Aquazoom de Gardena
En el segmento de los aspersores oscilantes contamos con un modelo que debemos tener tener muy en cuenta: Aquazoom S de Gardena, un dispositivo con alta tecnología alemana que está especialmente diseñado para jardines cuadrados y rectangulares con superficies comprendidas entre 90 y 150 metros cuadrados.
Como decíamos anteriormente, realiza un riego muy suave, natural, uniforme y que no produce ningún tipo de encharcamiento. Es justo lo que necesita nuestro césped para crecer sano.
Pero, además, al contrario que otros sistemas de riego automático, Aquazoom no necesita instalación, simplemente debemos montarlo y conectarlo a una manguera de una forma muy rápida y sencilla, como sencilla resulta su limpieza y mantenimiento. ¡Todo ventajas!
Más información en: Aquazoom S.