Dentro de todas las partes del sistema de riego, la electroválvula cumple un papel muy importante, ya que permite controlar el flujo de agua por una tubería, de forma que se abre el abanico de poder sectorizar y diferenciar las dosis de riego en diferentes plantaciones.
En este artículo queremos darte a conocer cuáles son las principales características de una electroválvula de riego, tipos diferentes y algunos problemas que pueden presentarse cuando se utilizan en un sistema automatizado de regadío.
¿Qué es una electroválvula de riego?
Para salir de dudas en primera instancia, comentamos que una electroválvula de riego es una pieza habitual de un equipo de fertirrigación, controlando el paso de agua en función de la programación que hayamos hecho.Básicamente es una válvula controlada de manera electrónica por medio de un programador para poder definir el tiempo de riego, la hora de inicio y el sector donde queremos aportar agua.
En resumen, es una especie de llave de paso moderna que no necesita ser activada de forma manual, ganando en automatización y despreocupación.
Dentro de las electroválvulas, encontramos diferentes tipos según la forma que tienen de abrir y cerrar el paso del agua. Por ejemplo, los parques y jardines de ciudades suelen incorporar válvulas de este tipo ya que de otra forma sería imposible controlar tantas superficies verdes de forma manual.
En ese caso, suelen instalarse por facilidad y fiabilidad, electroválvula de riego de tipo membrana.
Por otra parte, que no te confundan los nombres. Se conocen como electroválvulas pero también como válvulas de solenoide. Son exactamente lo mismo, debido a que una parte fundamental de este aparato es el solenoide, que más adelante explicaremos.
Componentes de las Electroválvulas
Para simplifiar, una electroválvula de riego estaría formada por dos elementos principales:Válvula
La pieza que evita el paso del agua. Funciona de forma mecánica y se adapta perfectamente a la superficie de la tubería cortar el flujo de agua
Solenoide
El solenoide es la parte más importante, ya que es la que activa el funcionamiento de la válvula. Se trata de una bobina fabricada en cobre con forma cilíndrica que, al transportar la corriente eléctrica, manda los impulsos a la válvula para abrirla o cerrarla.
Sin esta parte, no se podría automatizar o programar la electroválvula y se quedaría como una llave de paso manual.
Físicamente, lo que hace es transformar el impulso eléctrico que manda el programador en un movimiento físico realizado por la válvula.
Tipos de Electroválvulas
Aunque una electroválvula comparte muchas piezas, hay diferentes tipos según la forma que tiene de activarse.Generalmente, podemos diferenciar 2 tipos diferentes de ellas:
Electroválvulas cerradas: habituales en un sistema de riego en agricultura. Si no se manda el impulso, el estado de reposo de la válvula es estar cerrada y no permitir el paso del agua.
Electroválvulas abiertas: se utilizan en industria y permiten el paso del agua continuamente salvo que se programe lo contrario.
Por otro lado, como este aparato no solo se utiliza en agricultura, encontramos variantes diferentes:
Electroválvulas sencillas
Electroválvulas asistidas
Electroválvulas de tres vías
Funcionamiento de la electroválvula de riego
El riego de cualquier cultivo se produce durante unas pocas horas (o minutos, como en hidroponía), por lo que el estado normal de una electroválvula de riego es estar cerrada.Cuando el programador envía impulsos eléctricos al solenoide, este transforma la energía eléctrica en movimiento físico y mueve la válvula, permitiendo el paso del agua.
Cuando termina el ciclo de riego, el programador vuelve a enviar una señal al solenoide para volver a cerrar la válvula y evitar que siga saliendo más agua.
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En el cabezal de riego podemos encontrar varias electroválvulas funcionando paralelamente, y suelen instalarse cercano a la bomba impulsora o bien en cada sector de riego, para poder diferenciar entre zonas de diferentes cultivos y poder asignar un caudal diferente a cada una de ellas
Las podemos encontrar en las siguientes partes de una instalación:
En el tramo de impulsión de una bomba, para evitar la descarga del sistema.
En la entrada a los sectores de riego, para permitir regar cada sector individualmente.
Reparación de electroválvulas
Aunque el riego sea automatizado, esto no quiere decir que pueda tener independencia total a nuestra supervisión, ya que siempre se pueden producir averías y provocar encharcamientos, o todo lo contrario.Las principales averías de una electroválvula de riego es que no se produzca la apertura cuando se mandan los impulsos, y suele ser por averías de tipo eléctrico.
Por una parte, puede ser que el programador de riego no mande la señal suficiente para su activación o bien que el solenoide esté dañado.
Una pequeña comprobación para localizar la avería sería la siguiente:
Desenroscar el solenoide con cuidado de no tocar los cables.
Activar un riego con el programador, para que mande señal a la electroválvula.
Ver si el solenoide produce vibración y la parte del émbolo se recoge.
Si hay movimiento del solenoide pero no el suficiente para que se abra la válvula, el problema seguramente radique en el programador.
Las averías de tipo mecánico son fáciles de detectar ya que o bien se acumula suciedad que impide el paso del agua (notaríamos ruidos extraños) o bien se produce el escape del agua, el cual lo observaríamos rápidamente.
Importancia del riego automático
Por último, mencionar que la posibilidad de programar automáticamente los riegos hace que se optimice enormemente la producción y calidad de cualquier cultivo.Sin ir más lejos, actualmente podemos encontrar riegos que se activan y desactivan en función de lo que las sondas de humedad instaladas en el suelo decidan, proporcionando la humedad necesaria para que las plantas siempre tengan agua disponible, pero nunca ne exceso.
A nivel doméstico, existen programadores sencillos que pueden ayudarnos a regar el jardín sin estar presentes, algo muy importante cuando nos vamos de vacaciones.
Sin embargo, nunca hay que confiarse y dejar de supervisar la instalación, ya que siempre se pueden producir averías inesperadas.