(Imagen/ Flickr: jacilluch)
Saber elegir árboles es un momento difícil si no sabemos nada sobre ellos. Puesto, que los árboles son los principales responsables de aportar altura a un jardín. Pero no olvides que los árboles son elementos vivos, que se desarrollan y que en ocasiones crecen, muy por encima de tus perspectivas.
Por eso, a la hora de elegir árboles el tamaño que pueden alcanzar es un factor a tener en cuenta si se quieren evitar problemas. En el caso de los árboles esto es básico, dado que sus dimensiones van a ser las mayores en el jardín y van a aumentar considerablemente a lo largo de los años.
Por ello, es necesario conocer el tamaño, la forma y la altura máxima para no fracasar cuando se elijan árboles que pueden llegar a tener determinadas especies, no la que muestran en el momento de la plantación.
Elige la especie adecuada
Una vez que se ha plantado un árbol debe existir un compromiso de respeto que corre el riesgo de perderse en caso de que llegue a invadir zonas no deseadas.Es cuando surgen los problemas y se hacen necesarias las podas deformadoras del porte y de la estructura del árbol.
(Imagen/ Fickr: webheathcoleup)
También puede ocurrir simplemente que se plante un árbol en un jardín pequeño y que con los años adquiera un tamaño desproporcionado con el espacio existente. En este tipo de situaciones, conviene elegir árboles de poco desarrollo o de porte columnar, que posean una circunferencia de copa estrecha.
Para conseguir el efecto de un árbol en espacios pequeños, sin preocuparse por el desarrollo futuro, puede ser una buena idea tratar un arbusto podándole las ramas bajas y dándole cierta forma a la copa.
En cuanto a especies de crecimiento rápido para formar una pantalla con un vecino, el Ciprés de Leyland suele ser la opción más utilizada entre los árboles perennes. Pero no hay que olvidar el Chopo Lombardo que, aunque menos efectivo en invierno dado que pierde la hoja, posee una forma de gran belleza.
A veces puede ser buena idea plantar los árboles jóvenes muy juntos y, a medida que vaya desarrollándose la vegetación, ir suprimiendo pies, siempre que se lleve a cabo realmente.
Cuidado con las raíces
Algunas especies de árboles no dan demasiados problemas con su desarrollo externo, pero sí con el interno (las raíces).(Imagen/ Flickr: rabsteen)
Esto es lo que ocurre sobre todo con los sauces y chopos, que deben plantarse a una distancia de seguridad respetable de los edificios y de los sistemas de drenaje.
Sus raíces son potentes y ávidas de agua, por lo que hay que tener cuidado con su ubicación. Además, en suelos arcillosos y en épocas de sequía pueden provocar que se contraiga el suelo, al absorber el agua existente en él. En situaciones, pueden producir serios problemas en las cimentaciones.
En el caso de los sistemas de drenaje, los problemas pueden acentuarse si los tubos no están correctamente sellados o tienen fugas, por pequeñas que sean.