Las clavelinas son flores del género Dianthus. De origen asiático, actualmente se distribuyen principalmente por el Mediterráneo; de altura miden unos 20 centímetros, 25 como máximo.
Por qué cultivarla
En primer lugar las clavelinas son excelentes para cultivar por su hermoso color. Por esto es perfecta para tu jardín; puede tener diversos colores como el rojo, rosa o blanco. Además, desprende un aroma celestial.
También te recomendamos cultivar las clavelinas porque es resistente a las plagas y ayuda contra las malezas debido a su desarrollo veloz. La clavelina crece rápidamente, impidiendo que crezcan plantas indeseadas.
Cómo cuidarla
Su cultivo es muy fácil y sencillo. Prefiere suelos arenosos y que se mantengan húmedos. Le gusta la luz de la mañana.
La forma idónea para plantarla es sembrar las semillas en un pequeño recipiente y dejarlas durante 15 días para que germinen bien. Posteriormente preparas la tierra y las siembras de nuevo. Si decides tenerla en tu jardín es muy importante que la tierra esté bien abonada y suelta. En caso de que la decidas tener en maceta hay que abonar la tierra cada 15 días.
Su suelo ha de mezclar tierra negra, humus y arena por igual; es preferible un suelo poroso. Si la luz le da por la tarde o todo el día has de darles un sustrato que retenga más agua; este puede ser turba, tierra negra, pelita y humus de lombriz por igual. En caso de estar en maceta y recibir sol todo el día, lo mejor es agregar una capa de leca en el orificio por donde se drene; esto es para que, en verano, el sustrato se mantenga fresco y húmedo.
En cuanto al riego, requiere ser regada cada un par de días. Ha de estar húmeda especialmente cuando está en flor, y un truco para saber que necesita más agua es que la tierra no solo parecerá seca sino también polvorienta.
Se ha de podar cuando las flores comiencen a marchitarse; recuerda que las hojas muertas atraen insectos y plagas. Para que esté constantemente en crecimiento has de quitarle de vez en cuando unas hojas.
Riesgos
La clavelina suele durar un año, dos si la cuidas de campeonato. Para esto tendrás que tener cuidado con el talón de Aquiles de esta planta: la roya. Se trata de una enfermedad que se expresa mediante manchas anaranjadas o parduscas; afecta el crecimiento y la floración y puede llegar a matar tu planta. La luz al final del túnel: hay un fungicida especial para ella.
Otros riesgos menores son las arañuelas y los pulgones; para los segundos hay que aplicar un producto con base de cipermetrina, es decir, bajo en toxicidad. En caso de las arañuelas, aplica un acaricida sistémico.
Y hasta aquí la información de esta maravillosa planta. Si quieres dar color a tu edén, un aroma exquisito y una ayuda contra las malezas, te recomendamos encarecidamente incluirla en tu jardín. ¡Hasta la próxima!
Fuentes:
Plantas de jardín / https://plantasdejardin.com/
Plantas.ddinova / http://plantas.ddinnova.net/