El reciclaje, tan importante en el mundo en el que vivimos y tan necesario para el mantenimiento de nuestro planeta. No tiene por qué suponer un gran sacrificio personal. Cada uno, a pequeña escala, y con pequeños gestos podemos aportar nuestro granito de arena.
Somos muchos, cada vez más, los que separamos los residuos generados en nuestro hogar, para que después las grandes plantas procesadoras puedan seguir con el proceso y convertir todo ese material reciclado en nuevos utensilios que volverán a realizar una función dentro de esta gran rueda que es la vida.
Pero como lo nuestro es la huerta vamos a hablaros de cómo podemos reciclar muchos de los envases que tenemos en casa, como por ejemplo los cartones de leche o de zumo, o todo aquello que ya no nos "sirve en algo útil para nuestro huerto.
¿Cuantos yogures nos comemos a lo largo del año?
¿Cuantos cartones de leche o zumo tiramos al contenedor?
Aquí ya tenemos unos recipientes ideales para hacer nuestros semilleros de lechugas o de tomates o por qué no de calabazas.
También podemos utilizar vasos de los que se utilizan en las máquinas de café que hay en algunos centros de trabajo o en los hospitales. O podemos usar los botes de los refrescos.
Las posibilidades son muchas y están al alcance de nuestra mano. Todos los días seguro que tiramos muchos de estos recipientes y en "diario dun neno labrego" les vamos a dar una segunda oportunidad y un segundo uso.
Empezamos con los cartones de leche o de zumo. En este ejemplo los utilizamos para realizar un semillero de árboles, en esta ocasión nogales y castaños. Su altura es adecuada para conseguir una buena formación radicular y al tratarse de unas semillas considerables necesitamos un recipiente con unas medidas más adecuadas a sus necesidades.
En el vídeo que podéis ver a continuación además de ver como los utilizamos también explicamos cómo hacer un semillero con estas dos semillas y conseguir unos ejemplares estupendos para plantar en nuestras huertas o para utilizar como árboles para bonsáis.
No podemos olvidarnos de hacer un pequeño orificio en la parte inferior para dejar salir el agua sobrante de los riegos y así no producir encharcamiento que producirían la muerte de nuestros ejemplares.
En el caso de los yogures podemos volver a utilizarlos para futuros semilleros ya que son de un material bastante más resistente que los cartones de leche o de zumo que acaban deteriorándose.
En esta foto, podéis ver los vasos de la máquina de café que tenemos en el trabajo y que además están hechos de material reciclado y nosotros los volvemos a usar para hacer nuestro semillero de tomates.
También podemos utilizar algunos materiales que tengamos en casa que estén rotos o que ya no usemos para enseñar a los más peques de la casa a reciclar y a jugar aprendiendo. En este ejemplo que os pongo a continuación hicimos un gusano.
Material utilizado:
Media
Palos de helado
bridas
Tierra
Semillas de césped
Un poquito de imaginación
Metemos el sustrato en la media, previamente incorporamos las semillas de césped y removemos un poco. Con las bridas damos forma a las diferentes partes del cuerpo simulando los anillos y con los palos de helado simulamos las patas. Después lo ponemos encima de una bandeja para mantener la humedad de la tierra y cuando el césped crezca hay que pulverizar de vez en cuando y recortar cuando sea necesario.
Y como aquí le damos un poquito a todo vamos a dedicar un pequeño apartado de este post a la decoración. En el siguiente ejemplo reutilizaremos unas ventanas de madera y así le damos un toque vintage a nuestro patio. Además de utilizarlas como repisa para alguna planta.
Material utilizado:
Una ventana
Clavos
alambre
Elementos decorativos al gusto
Una vecina quitó las ventanas de su casa para poner unas más modernas y rescatamos de la basura un par de ellas. El proceso fue muy sencillo porque simplemente nos limitamos a quitar los cristales, que también se pueden aprovechar, y las utilizamos como elemento decorativo.
No tuvimos ni que pintarla, que se puede hacer si se quiere y probablemente en un futuro lo hagamos aprovechando algún resto de pintura que nos sobre.
Como veis son muchas las posibilidades que tenemos al alcance de la mano para reutilizar cosas que nos rodean. Ahora sólo tienes que mirar con otros ojos todos esos puntos limpios que hay en las afueras y seguro que surgirán un montón de ideas.