(Imagen/ Flickr: mckaysavage)
En verano nuestras hortalizas deberían estar perfectamente plantadas pero, si alguna enfermedad o insecto ha evitado su correcto desarrollo, podremos sustituirlas por otras plantitas que tardarán un poco más en crecer y sólo si se da un otoño de clima suave. Sin embargo, siempre es una buena opción intentarlo.
Hay que revisar frecuentemente nuestro huerto para que este se mantenga perfecto, de esta manera reduciremos los efectos de posibles plagas, enfermedades u otros problemas.
Los cuidados específicos dependerán muchísimo del tipo de hortaliza que os decidáis a plantar, aunque existen algunos genéricos que deberéis acometer en verano. ¡Tomad nota!
(Imagen/ Flickr: mckaysavage)
En cuanto al riego, recomendamos utilizar agua de lluvia que suele ser de mejor calidad, si esto no es posible se puede emplear agua del grifo siempre y cuando no sea muy clorada. También conviene que ésta esté a temperatura ambiente para evitar un contrate térmico demasiado brusco.
El riego se realizará en el momento de menor exposición solar para reducir su evaporación y quema. Centrarnos en el pie la planta es esencial pues el contacto del agua con las hojas no es recomendable, a excepción de algunas especies.
Agua abundante sin dejar que la tierra se seque pero tampoco excediéndonos o las raíces se pudrirán. El riego también dependerá del lugar en el que hayas plantado, tierra, macetas o jardineras... pero a grandes rasgos un término medio será acertado.
Es esencial eliminar las malas hierbas tan antiestéticas y perjudiciales. Normalmente se mueve la tierra alrededor de la planta para que las raíces de éstas se suelten y sequen en ese mismo lugar.
La observación, como os decíamos anteriormente, conseguirá que las plagas y enfermedades sean lo menos dañinas posibles. (En este post encontrarás información para prevenir plagas y enfermedades en el huerto).
Si encontramos alguna pequeña concentración de insectos, se podrán eliminar con la mano o utilizando trucos poco agresivos.
Sólo cuando la ocupación se convierta en un problema auténtico, emplearemos productos químicos más agresivos y remedios caseros eficaces.
Estas atenciones son las que deberéis acometer en verano para el cuidado general de vuestros huertos o cultivos urbanos. Pero existen otros específicos a cada hortaliza o planta que son igual de importantes y que tampoco podréis olvidar.
Por ejemplo: aporcar las patatas, vigilar los tutores o soportes de tomates, alubias, guisantes..., plantar lechugas cada quince días; separar las plantas que estén muy juntas para que continúen su crecimiento; recolectar las judías o calabacines cuando nos son demasiado grandes; cortar la flor a cebolla y ajos...
(Imagen/ Flickr: Huerta Agroecológica Comunitaria "Cantarranas" y)
- Aprende a planificar tu huerto con este reportaje.