Es un arbusto, perteneciente al género dioico, de la familia de las aquifoliáceas, que se localizan en zonas de clima húmedo, como los bosques de hayas y robles.
Se distribuye en forma de ramas cortadas, con hojas dentadas de color verde intenso y fuertes espinas.
Sus frutos, coloreados y brillantes, son tóxicos para los humanos pero muy nutritivos para muchas especies que habitan en los bosques.
A los conejos les encanta morder las ramas del acebo, lo cual les devuelve el apetito en caso de que no tengan hambre.
Es un árbol de poca altura, cuya tradición de cortar las ramas ha provocado un retroceso en la especie, que hoy en día se encuentra en peligro de extinción.
Para evitar esto lo mejor que podemos hacer es cultivarla en nuestro propio jardín, pero manteniendo los cuidados necesarios para que se desarrolle adecuadamente.
Su ubicación debe ser en zonas en regiones septentrionales tale como zonas muy soleadas o semisombras. En cuanto al terreno en el que debemos sembrarla, éste debe ser ácido, rico en humus y estar bien drenado.
Debe ser regada cada 15 dias y de forma regular y es importante saber ademas que su época de floración ocurre siempre en primavera. El acebo posee diversas propiedades terapéuticas contra el reumatismo, la fiebre, la gota o hidropesia, aunque puede resultar tóxico.
¿ya sabían que este arbusto es muy representativo de las épocas navideñas?
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