En este post se encuentran algunos consejos para que el frío, las heladas y, en general cualquier inclemencia típica del invierno, no dañen a nuestras plantas. Pero también existe la posibilidad de que criemos plantas que por sus características toleran especialmente bien las condiciones climatológicas adversas.
Prímulas
El único problema que las puede deteriorar durante el invierno, son las fuertes heladas que pueden arrugar y romper sus hojas. Por lo demás, resisten sin problemas las bajas temperaturas del exterior, por lo que pueden aportarnos colorido cuando otras especies están en reposo hasta la plantación del año siguiente.Tampoco necesitan la luz solar tanto como otras especies, de hecho, se desarrollan a la perfección en ambientes de sombra casi constante. De hecho, uno de los sitios donde más abundan es a los pies de los árboles, ya que quedan a salvo de la incidencia directa de la luz solar. De que estén a la sombra depende que resistan bien el verano.
Aunque tendamos a orientar la decoración de nuestro jardín para que alcance su máximo esplendor en primavera, las prímulas son un complemento perfecto porque seguirán deslumbrantes en invierno. Las hojas de los árboles caducifolios que se van cayendo en otoño, enriquecen la tierra de la que las prímulas se alimentan.
Jazmín
Se desenvuelve bien en ambientes cercanos a los 10ºC, por lo que si vivimos en zonas con temperaturas suaves en invierno donde por las noches tampoco baje mucho la temperatura, podemos tener un jazmín sin miedo a que se estropee. En general, si se trata de frío o calor, prefieren desarrollarse en el clima frío.Aunque tolere bien el invierno, es en otoño cuando mejor florece: entre finales de agosto hasta todo el mes de octubre. Es una planta trepadora, así que es conveniente plantarla para que crezca apoyada en una pared o muro. Otra ventaja para tenerla durante las estaciones frías es que solo hace falta salir a regarlas una o dos veces por semana, y que se adapta a gran variedad de suelos.
Brezo
El brezo es un arbusto pequeño con unas hojas de color verde oscuro y que en invierno destaca por el color morado o blanco de sus flores. Puede alcanzar bastante altura, más de un metro, pero eso depende del suelo donde lo plantemos y de cómo dejemos que crezcan sus raíces.Crecen con fuerza sobre suelos frescos y estando a pleno sol, aunque también toleran la sombra. Si el suelo es ligeramente ácido, favorecerá su crecimiento.
Bulbos
Existe mucha diversidad de bulbos que pueden adaptarse con facilidad al invierno. En realidad, el bulbo es la parte subterránea del vegetal que sirve para acumular nutrientes que les permitan crecer y que darán lugar a las plantas bulbosas que nosotros podemos ver.Tulipán
El tulipán pertenece a esta clase de plantas y es un clásico en las macetas de los jardines durante el invierno. Empiezan a florecer durante el mes de enero, y los hay de muchos colores distintos, por lo que no tenemos que renunciar al colorido durante el invierno.Crocus
Es otro bulbo que crece muy bien en esta época del año. Su color oscila entre distintas tonalidades del violeta y del malva fundamentalmente, pero también pueden ser amarillos o blancos.Así pues, el invierno no tiene que suponer la muerte de nuestro jardín. Podemos seguir teniendo vegetación y colores.