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Las plantas carnívoras se sustentan de insectos, a través de los cuales producen enzimas o bacterias y, de esta manera, obtienen nutrientes esenciales en mayor o menor medida.
Sorprende saber que, a pesar de no ser plantas comúnmente vistas, existen más de 630 especies insectívoras y 300 plantas protocarnívoras.
Siempre me ha llamado la atención el mecanismo por el cual estas plantas capturan a sus presas y, precisamente, esta característica define los distintos tipos existentes de plantas carnívoras.
1. Así encontramos algunas especies con pinzas que atraen a sus víctimas con un néctar de dulce e irresistible sabor, atrapándolos justo en el momento en que contactan con los cilios detectores. Tan sólo la Dionaea muscipula o la Aldrovanda vesiculosa poseen este rasgo distintivo.
2. La otra opción, mucho más común, son los pelos pegajosos que segregan un líquido similar a la miel y son una trampa súper efectiva.
¿Sabéis cuánto tardan las plantas carnívoras en digerir los insectos (con pinzas) o volver a recuperar su forma originaria con pelitos pegajosos)? Pues ni uno ni dos, varios son los días que necesitan para poder volver a poner en marcha su aparato de caza.
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Cuidados básicos de las plantas carnívoras
Aunque éstos dependerán del tipo de planta específico que tengamos, existen una serie de necesidades básicas comunes a todas las plantas carnívoras.
En primer lugar, conviene destacar que son altamente sensibles al agua con minerales, sobre todo al calcio, por ello se debe emplear agua de lluvia. Ésta debe ser abundante, no olvidemos que la mayor parte de las plantas insectívoras se encuentran en zonas pantanosas. Os recomendamos colocar un plato debajo de la maceta que retenga el exceso de agua y mantenga una humedad constante.
Si colocáis la planta en el exterior, por lo general tendrá suficiente número de insectos, sin embargo, en ocasiones es aconsejable suministrárselos de forma manual, tanto en exterior como en interior, para asegurar una dieta completa. Si bien la falta de insectos no suele acabar con la vida de la planta, afectará a su desarrollo de forma determinante.
Aunque parezca mentira, algunas plagas como los áfidos o las cochinillas son comunes habitantes de las plantas carnívoras. ¿Su mayor enemigo? El moho gris. Evita su aparición ventilando la planta y eliminando las hojas muertas frecuentemente.
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Algunas plantas carnívoras
Aldrovanda/ Aldrovanda vesiculosa: Acuática muy escasa que flota en aguas tranquilas y hunde sus trampas para atrapar pequeñas larvas de mosquito o pulgas de agua.
Byblis, planta arcoiris/ Byblis spp: Planta de abundante y llamativa floración. Popularmente se la conoce como arcoiris porque segrega un líquido multicolor y pegajoso con el cual atrae y captura a sus presas.
Cephalotus/ Cephalotus folicularis: Sólo encontramos esta especie en una región de Australia, por lo que es muy poco común. Durante la época de frío detiene su actividad y las hojas y trampas se secan.
Planta drácula, lirio cobra/ Darlingtonia californica: Forma similar a la de una cobra en posición de ataque. Destacan sus flores, de gran tamaño y color marrón-rojizo o verde claro.
Venus atrapamoscas/ Dionaea muscipula: La más popular de todas las plantas carnívoras, la Venus atrapamoscas tiene unas hojas a partir de las cuales surgen las trampas con forma de lóbulo. Del tallo surgen de dos a diez flores blancas que debilitan su desarrollo.
Drosera, Rocío de sol/ Drosophyllum iusitanicum: Se encuentra en casi cualquier parte del mundo y es el segundo género más abundante. Llaman la atención sus tentáculos productores de un pegamento muy pegajoso. Su floración puede ser blanca, rosa o roja, dependiendo de la especie.
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Otras: planta sacacorchos, Heliamphora, plantas jarro, grasilla, sarracena, col de vejigas...