Sin embargo, bajo tierra conservan sus raíces, esperando a germinar en cuanto el clima les sea propicio. Ahora nuestro trabajo consiste en cuidar las plantas vivaces en invierno durante los duros meses del invierno.
En el otoño, lo mejor es dejar tranquilas las plantas en el arriate o la rocalla, sobre todo cuando se cubre de escarcha su silueta: sin duda, ésta puede quedar preciosa en los jardines durante los meses más fríos. Además, sus tallos secos aún proporcionan algo de protección contra el frío.
(Imagen/ Flickr - Lavatera: Tatters)
Consejos de conservación
Las plantas vivaces resistentes a las heladas se debilitarán si se podan rigurosamente antes del invierno. También serán más vulnerables si no pueden "terminar de madurar" (descansar antes del invierno).Por este motivo, no hay que seguir abonando durante demasiado tiempo, ya que entonces las plantas seguirían creciendo y no terminarían de madurar bien.
Afortunadamente la mayoría de las vivaces y arbustos son resistentes incluso a inviernos crudos. En esos casos, las llamamos resistentes a las heladas.
(Imagen/ Flickr: Eberly & Collard Public
Relations)
Así que no te asustes si la hoja de tu hosta más bonita se marchita en esta época e incluso desaparece del todo. Debajo del suelo las raíces de esta planta vivaz han empezado su periodo latente, pero el ejemplar seguramente no está muerto.
En la primavera la planta volverá a ser activa y las primeras puntas de las hojas aparecerán de nuevo por encima del suelo en marzo y abril.
(Imagen/ Flickr: Agaphantus Marianne Perdomo)
Dudosa resistencia
También hay plantas que son sensibles a las heladas. En los libros de jardinería o en los catálogos de cultivadores se habla también de una dudosa resistencia a las heladas. Plantas sensibles a este fenómeno meteorológico son, entre otras, lavatera, ceanothus, azucena africana (agapanthus), higuera, flor de la Pasión y ejemplares jóvenes del carrizo de las pampas.(Imagen/ Flickr: Hippeastrum glenn_e_wilson)
Para protegerlas: puedes recoger hojas caídas. Guárdalas por ejemplo en un cesto destinado a tal fin, pero procura que se mantengan secas, colocando el cesto en el cobertizo. Antes de que empiece a helar, en el pie de las plantas se debe poner una mantita extra de una capa de hojas o paja (también se denomina acolchado o mulching).
Para evitar que el viento las disperse por todo el jardín, puedes cubrirlas con algunas ramas sueltas o con un trozo de tela metálica.
(Imagen/ Flickr - Agapanthus: TeresalaLoba)
Especies perennes
La mayoría de las plantas de hoja perenne son resistentes a las heladas. Pero también hay variedades que sufren el frío, principalmente del viento gélido. Ejemplos de ello son el romero, tomillo de cocina y variedades de Hebe.Se pueden proteger metiendo en el suelo unas ramas verdes de abeto o pino cruzadas, por ejemplo, en el lugar donde más suelen padecer el viento frío. Esto también es válido para la camelia de hoja perenne.
En caso de heladas, lo más adecuado es colocar, por tanto, una estera alrededor de este arbusto.
(Imagen/ Flickr: Tomillo jjramos)
Si con unas temperaturas bajas además tenemos mucho viento, puede resultar funesto para las plantas que en invierno permanecen por encima del suelo; de hecho estas plantas se secan.
De las especies rocosas se espera una buena resistencia, ya que en su hábitat natural crecen en zonas altas de montaña. Sin embargo, solemos olvidar que en estos lugares son protegidas por una gruesa capa de nieve aislante. El mayor peligro para estas plantas radica en un fenómeno que se denomina heladas sin nieve.
(Imagen/ Flickr - Hebe: TeresalaLoba)
Huerto y terraza en invierno
Las macetas blanqueantes de terracota, que se usan para blanquear verduras, son una especie de macetas de Colonia, pero sin fondo y con una tapa.Se utilizan para colocarlas encima de cultivos que están brotando y que deben ser blanqueados (ruibarbo, col marina, apio y cardo). A través de la tapa se puede seguir el desarrollo. Debido a la falta de luz, los tallos y las hojas obtienen un bonito color blanquecino.
Las plantas en macetas son más vulnerables que las que están cultivadas en el suelo al aire libre. Tiene una sencilla explicación: un cepellón que se encuentra en el suelo tiene más protección que la delgada pared de una maceta. Un buen ejemplo es el boj en maceta. Si está plantado en el suelo al aire libre no tiene que ocuparse de este pequeño arbusto en invierno.
En una maceta es mejor ofrecerle un poco de protección durante un periodo con heladas fuertes. Una mudanza temporal al cobertizo es una solución, pero también puede envolver la maceta con lámina acolchada con burbujas de aire, y proteger así el boj contra el viento frío.
Las plantas vivaces que se encuentran en macetas se pueden proteger adicionalmente juntándolas en el caso de fuertes heladas y colocando alrededor una estera.
- Descubre las más bellas plantas vivaces con este post.