(Imágenes/ Flickr: pabloendemico)
La violeta es herbácea de hoja perenne, con flores que se organizan en torno a un largo pedúnculo de cinco pétalos del color que le da nombre. También existen hermosas variedades de color blanco.
El cultivo de la violeta relativamente sencillo y es muy útil para cubrir ciertos lugares del jardín donde apenas incide la luz del sol.
Además de ser excelente para decorar los hogares en el exterior y en el interior, posee otras interesantes utilidades, entre ellas medicinales, químicas e incluso gastronómicas, porque también se puede cocinar con flores.
(Imagen/ Flickr: Juanma Pérez)
Cultivo, multiplicación y suelos
Su floración va desde noviembre a marzo, manteniéndose sus flores durante dos o tres semanas. Se planta en septiembre y se multiplica por división de la planta adulta.La mejor zona del jardín para plantarla es donde no da el sol directamente, ya que prefiere la sombra.
(Imagen/ Flickr: Manel)
Necesita un riego regular, al menos dos o tres veces a la semana, evitando que el terreno llegue a quedarse seco.
No tiene excesivas exigencias con el suelo, aunque es mejor que el terreno sea fresco, compacto y calcáreo.
En condiciones salvajes, las violetas crecen en prados y lugares húmedos, al comenzar la primavera. Las flores se pueden recoger y dejar secar para decoración de interiores.
(Imagen/ Flickr: pellaea)
Su utilización
Aunque pueden servir para adornar macetas en balcones y patios, en el jardín es posible formar pequeñas alfombras de flores que cubrirán los suelos de un modo muy elegante.Su aroma sirve para dar sabor a ciertos licores y productos de confitería, además de ser elemento esencial para perfumes y cosméticos.
Tiene propiedades expectorantes, laxantes y antiespasmódicas.
(Imagen/ Flickr: Dick Culbert)
Las flores se utilizan para curar catarros con infusiones y jarabes. Las hojas son antirreumáticas, y mejoran la bronquitis, tos y fiebres eruptivas. A la raíz se le atribuyen características expectorantes.
Para elaborar una infusión no hay más que añadir tres gramos de flores secas de violeta en una taza de agua hirviendo. Se deja reposar, se filtra y lista para tomar. Seguro que calmará más de un resfriado.
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