La zamioculcas posee poca atención y muchos los resultados buenos. Lo que más llama la atención de ella son sus brillantes hojas verdes de grandes dimensiones.
Su crecimiento es muy lento, tiene que pasar mucho tiempo para que notemos variaciones en la zamioculca. A pesar de ello es una especie de apreciado valor ornamental.
¿Cómo son las zamioculcas?
Es una planta vivaz de porte arborescente, perteneciente a la familia de las Araceas. Originaria de la isla de Zanzíbar y también de Tanzania, tiene un gran parecido con las cycas y resiste bien las plagas. Su altura suele rondar los 40 cm., llegando a alcanzar el metro en condiciones favorables.Su follaje es muy persistente, de gruesas y carnosas hojas verdes, alternas y elípticas, con tallos oscuros engrosados en la base para almacenar agua.
(Imagen/ Flickr: artesaniflorae)
Suele echar dos o tres hojas al año, consiguiendo una apariencia bastante elegante.
Sus flores son poco comunes, unisexuadas con una gran bráctea que las envuelve, al estilo de las cebollas y los ajos. Su color suele ser pardo amarillento. Cada ejemplar de zamioculca albergará una o dos flores, aunque puede no tener ninguna, dependerá de las condiciones a las que la tengamos expuesta.
Son de características similares a los anturios.
(Imagen/ Flickr: titanium22)
¿Qué cuidados necesita?
La zamioculca es una planta bastante resistente que no requiere de atenciones muy estrictas. Esto no quiere decir que debamos dejarla olvidada, hay que prestarle unos cuidados básicos para obtener unos resultados gratificantes.
Lo primero es situarla en un lugar luminoso, aunque evitando los rayos directos del sol, que pueden quemar sus hojas.
La temperatura ideal para su correcto mantenimiento oscila entre los 10 y 15 ºC. En verano podremos sacarlas al exterior.
Es bueno que haya cierta humedad ambiental, si no es así, deberemos pulverizar sus hojas con relativa frecuencia.
(Imagen: Wikipedia)
Es una planta que no necesita grandes cantidades de agua, aunque siempre la usaremos no calcárea. Lo mejor es espaciar los riegos de manera que la capa superior de la tierra llegue a secarse. En el invierno bastará con pulverizarla.
Las hojas tienen bastante brillo por sí solas, por lo que no será necesario usar ningún producto abrillantador. Para limpiarlas bastará con pasarle un paño húmedo.
(Imagen/ Flickr: Aaron Toth)
Consejos para su cultivo
El sustrato en el que debemos plantar nuestra zamioculca tiene que ser rico en humus y drenado. Lo mejor será una mezcla de mantillo enriquecido, tierra de jardín y arena.
Su periodo vegetativo se encuentra entre marzo y septiembre, en este momento la planta necesitará abono al menos una vez al mes.
La multiplicación se realiza por semillas y por esquejes en invernadero. Su enraizamiento se prolonga de 7 a 8 meses, siendo excesivamente lento.
(Imagen/ Flickr: Rego)
Por las características de la planta no es necesario podarla. El trasplante tampoco tendrá lugar de manera frecuente, bastará con hacerlo una vez cada tres o cuatro años, siempre en primavera.
Si prestamos atención a todos estos detalles disfrutaremos de nuestra planta mucho tiempo.
Fuentes de información: Real Jardín Botánico de Madrid, Plantencyclo, Asocoa, Guía Verde.