Lo mismo ocurría con los emperadores y el uso del laurel: seguramente, no recordemos ninguna imagen de Julio César sin este elemento sobre su cabeza.
En los primeros Juegos Olímpicos de la Gran Atenas, los vencedores que lo recibían eran elevados a la categoría de dioses y recibían el favor de los mismos.
(Imagen: Wikimedia)
En la actualidad, las coronas de laurel se depositan en los cementerios para honrar a los fallecidos.
Se trata de un arbusto mediterráneo, de la familia de las Laureáceas, que abunda en estado silvestre en todas las regiones que bañan el Mare Nostrum.
Aunque sin duda guardan un gran parecido, no se debe confundir el Laurus nobilis, también llamado 'europeo' o 'de cocina', con el laurel-cerezo o laurel real, este último, muy tóxico para las personas si se llega a ingerir.
(Imagen: Wikimedia)
Reconócelo en cualquier lugar
Podemos encontrar el laurel plantado en tierra o en maceta.En el primer caso, lo veremos principalmente como arbusto, aunque, si se deja crecer libremente, sin podar, se convertirá en árbol, llegando a alcanzar los 15 m. de altura. Por el contrario, si se encuentra en un tiesto, no superará los 2 m.
Se desarrolla sobre un tronco robusto y grisáceo, en el que se sujeta una frondosa copa.
Sus hojas perennes poseen un color verde oscuro y, junto con las flores, desprenden un agradable aroma.
Pueden llegar a medir 9 cm. y, generalmente, muestran una forma alargada con borde ondulado.
El toque de color lo ponen las flores que nacen en marzo o abril. Muestran una tonalidad amarilla que contrasta sobre el oscuro verde de las hojas.
Aunque para el ser humano lo que realmente tiene valor del laurel son sus hojas, a las que se dan múltiples usos, las flores resultan muy vistosas.
El laurel en tu jardín
Si buscas un nuevo aroma para tu pequeña parcela natural, puedes decidirte a plantar algunas semillas de este arbusto, o bien replantar partes del tallo o la raíz de uno ya desarrollado (reproducción por esquejes).Los cuidados que debes ofrecerle son los básicos de cualquier otra planta, sin que te pida atenciones especiales.
Localiza un suelo que drene bien, porque es el mejor terreno para que crezca sin problemas. Aunque se adapta con gran facilidad a todo tipo de espacios.
Durante el verano no debe permanecer a pleno sol porque sus hojas podrían quemarse. Lo idóneo es que se localice en zonas de semisombra, donde disfrute del tiempo necesario de luz sin llegar a sufrir por la misma.
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En invierno, las fuertes heladas pueden estropearlo,así que protégelo de las corrientes de aire y sitúalo en un lugar que no tenga demasiada sombra durante esta estación.
No encharques el suelo, porque, en realidad, se trata de un arbusto que resiste la sequía sin grandes problemas. Eso sí, en caso de que esté plantado en maceta, necesitará mayor cantidad de agua.
La poda debes realizarla sobre ramas que se hayan secado o quemado. Sólo en caso de heladas tendrás que trabajar en el tronco. Si esto fuera necesario, no te preocupes, suele volver a crecer sin muchos esfuerzos si las raíces siguen sanas.
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Que no ataquen tu arbusto
Los laureles son propensos a padecer tres tipos de plagas fácilmente reconocibles, lo que nos permitirá actuar con rapidez y ayudar a nuestra planta a mantener su belleza y frescura.Las cochinillas son las principales invasoras, aproximadamente el 90% de los arbustos la padecen. Además puede provocar la aparición del hongo Negrilla. Para eliminarlas, tendremos que podar todas las partes que estén afectadas, evitando así la propagación de la enfermedad.
Los pulgones son también comunes. Se alimentan de la planta de tal forma que la debilitan. En caso de una plaga abundante, pueden llegar incluso a ocasionar el marchitamiento del laurel.
Los expertos recomiendan realizar tareas que eviten su aparición, como por ejemplo, eliminar usualmente la maleza y malas hierbas cercanas al arbusto.
Una vez que aparezca, se puede combatir con agua jabonosa, con trampas cromotrópicas amarillas o bien, con insecticidas.
(Imagen: Wikimedia)
También, tendremos especial cuidado con la sila, un pequeño insecto chupador. Reconoceremos su acción porque las hojas del laurel se arrugarán e incluso llegarán a caer cuando se trata de un ataque intenso.
Lo mejor es la prevención, aunque si aparece recurriremos a los tratamientos propios de frutales de pepita para combatirla.
Aunque siempre nos recomiendan utilizar productos químicos para ayudar a prevenir las plagas y las enfermedades, en el caso del laurel y de otras plantas destinadas al consumo humano, lo mejor es evitarlos. Lo más recomendable es optar por remedios ecológicos.
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Usos y propiedades
El laurel es uno de los condimentos más utilizados en la elaboración de guisos.Generalmente, se emplean las hojas secas ya que poseen un aroma más intenso. Uno de los alimentos que más agradece el sabor que le aporta es el pollo. También se acostumbra a incluir algunas hojas en la cocción de legumbres, pescados y sopas.
Es frecuente elaborar infusiones, utilizando las partes verdes, destinadas a aliviar problemas estomacales y reducir la hipertensión. Se toman también para facilitar la digestión y la expectoración, sobre todo en niños y ancianos. En ocasiones, se dan estos preparados a los más pequeños de la casa para estimular su apetito.
(Imagen/ Flickr: FelinusNoir)
Con las semillas se produce el aceite aromático de laurel, que se utiliza en la fabricación de jabones y otros productos de perfumería. Está también recomendado para la elaboración de ungüentos y linimentos que se aplican sobre molestias musculares.
Por todo lo anterior, un arbusto de laurel en nuestro jardín no solo le dará frescura y belleza al mismo, sino que nos será de gran utilidad a la hora de dar un toque de sabor a nuestros platos preferidos, además de aromatizar los exteriores e interiores de nuestro hogar.
Fuentes de información: Infojardín.com, Botanical OnLine, Wikipedia.