La buganvilla es una hermosa planta perenne de origen tropical muy afamada por la espectacularidad de sus hojas coloridas y por su alta resistencia en el jardín.
Si te has quedado enamorado de una de ellas y quieres obtener una planta idéntica, el esqueje de buganvilla es una excelente forma de propagarla con relativa sencillez.
En este artículo te contamos, paso a paso, como multiplicar una buganvilla a partir de la selección de un esqueje de la planta madre.
¿Estás preparado/a?
Propagación a partir de esqueje de buganvilla
La buganvilla se suele propagar mediante la selección de tallos y el esquejado, aunque también existe la opción mediante semilla, algo más lenta pero consigue generar plantas distintas a la fuente de origen.Sin embargo, la opción más sencilla es seleccionar el esqueje de buganvilla, ya que esta planta tiene buena capacidad para generar raíces a partir de sus tallos de madera blanda.
Esta es una parte de la planta que no es nueva, pero tampoco está establecida y es demasiado leñosa. El secreto de la propagación de la buganvilla es exactamente esto, escoger un tallo no muy nuevo pero tampoco lignificado, ya que se nos reducirá la capacidad de producir nuevas raíces, que es lo que nos interesa.
Guía paso a paso para reproducir mediante esqueje
Selección del tallo de buganvillaEn la planta madre, buscaremos un tallo de 10 cm de longitud, aproximadamente, donde veamos que tiene varios nudos (preferentemente de 4 a 6 nudos). Estos nudos son muy importantes para el esquejado, así que cuantos más mejor.
Los nudos son pequeñas bolitas que sobresalen y abultan del tallo. Buscamos madera del primer año, que no sea totalmente nueva ni esté muy lignificada y endurecida.
A la hora de realizar el corte, utilizaremos unas tijeras y haremos un corte en diagonal.
Eliminamos las hojas sobrantes del tallo
Dejaremos limpio de hojas la mitad inferior del tallo, solo conservando algunas hojas superiores (2 a 4). De esta manera, tendremos solo la madera y los nudos preparados para sumergirlos en agua.
Si quieres aumentar las probabilidades de enraizar y acelerar el proceso, es recomendable tener a mano un polvo enraizante formado por hormonas, el cual puedes comprar online a un precio modesto y lo puedes conservar durante varios años.
Tan solo tienes que introducir la base del tallo en el polvo para que se quede ligeramente impregnado, y ya podrás continuar con el siguiente proceso. Ten en cuenta que esto es una opción complementaria, y si no dispones de ningún producto a mano, puedes preparar tu esqueje de buganvilla de forma tradicional.
Introducimos el tallo en agua
Introducimos el esqueje de buganvilla en agua corriente, ubicando el recipiente en una zona con un poco de luz tamizada, protegido de corrientes y a una temperatura estable de entre 18-26 ºC. Evita siempre el Sol directo, ya que aumenta el estrés del tallo y reseca el material vegetal.
Renueva el agua cada 5 días para evitar cualquier tipo de pudrición y aportar oxígeno renovado.
A los 10-12 días, notarás que se han generado suficiente volumen de raíces blancas para trasplantar a maceta.
Trasplante del esqueje de buganvilla
Con un sistema radicular nuevo formado por raíces de más de 2 o 3 cm, es momento de trasplantar a una maceta. Puedes utilizar sustrato universal, aunque si lo mezclas con un poco de fibra de coco, mejorarás el drenaje y la entrada de aire en la mezcla.
Haz un pequeño agujero en el centro e introduce con sumo cuidado el esqueje, apoyando las raíces sin presionar. Aporta tierra hasta cubrir la base del tallo y se sostenga por sí mismo.
Haz un riego generoso, hidratando todo el sustrato y dejando que drene un 10% del agua por la base de la maceta.
Ubica en una zona con luz tamizada y temperatura constante hasta que veas que la parte aérea comienza a moverse y producir nuevas hojas. La operación de esquejado de la buganvilla habrá concluido.
De aquí en adelante, puedes seguir los consejos de nuestro artículo sobre el cuidado de la buganvilla para conocer todos los pormenores de esta magnífica planta trepadora.
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